Miguel Ángel Rodríguez
Durante la semana pasada el Instituto Nacional Electoral (INE) dio luz verde a la promoción del video “¿Y si los niños fueran candidatos?” del empresario Claudio X. González, fundador de Mexicanos Primero A.C. y asociado desde siempre a Televisa. Se trata de una acción política que transgrede el artículo 41 de la Constitución y la ley electoral federal en materia de contratación de tiempo aire a particulares durante la campaña electoral, pues está expresamente prohibido permitir que los intereses privados intervengan para influir en el destino de la elección. ¿Quién duda en México de los intereses privados de Claudio X González y Mexicanos primero A.C.?
Desde Hitler, el uso de los niños y adolescentes, como actores y actrices disponibles para comunicar e influenciar la voluntad de los receptores, ha sido reiterado como medio del poder político para alcanzar sus propios fines, por naturaleza excluyentes. Se trata de actos de contenido ético porque inciden de manera fundamental sobre la complejidad de las relaciones morales, son acciones gubernamentales y privadas que degradan la dignidad y el valor de la persona humana.
Por ello la Convención sobre los derechos del niño de la UNICEF (1989) consideró que “los derechos humanos se aplican a todos los grupos de edad; los niños y niñas tienen los mismos derechos humanos en general que los adultos. Pero como son especialmente vulnerables, es necesario que tengan derechos concretos que reconozcan su necesidad de recibir una protección especial.” Y el programa de protección a la infancia, del mismo organismo, prohíbe que se use a los niños representando, “…apersonando actitudes, actividades o formas de conducta propias de los adultos”.
Una recomendación para el cuidado de la niñez que los consejeros del INE ignoraron olímpicamente a la hora de decidir si era legal o no la proyección masiva de la cinta. Por unanimidad votaron a favor de la difusión del video de Mexicanos Primero que, como se sabe, fue la asociación civil empresarial más influyente en el contenido y dirección de la nonata reforma educativa de Enrique Peña Nieto.
La ausencia de estructuras negociadoras del poder político y la incapacidad de las autoridades educativas para construir un horizonte de sentido futuro entre el magisterio mexicano, tomando en consideración sus demandas y necesidades, para articular una política educativa consensada, de comunicación y negociación democrática con los docentes, obligó a la Secretaría de Educación Pública a derrochar en el 2015 un monto de gastos en publicidad por 687.5 millones y, durante el 2016, el gasto publicitario en todos los medios de información ascendió a 824 millones 639 mil pesos, de los cuales 211 millones fueron a parar a las arcas de Televisa.
Rogelio Javier Alonso Ruiz publicó en enero, en Educación Futura, una espléndida investigación sobre las cantidades millonarias de gasto público destinadas a promover la reforma educativa del sexenio. En los primeros cuatro años se gastaron 2 mil 365 millones de pesos. En los primeros dos años y ocho meses, durante el periodo de Emilio Chuayfett, se habían gastado 678 millones, pero en la mitad del tiempo, es decir, en un año cuatro meses, Aurelio Nuño gastó en publicidad 1 mil 687 millones de pesos. Pero durante un año y medio Nuño gastó 150 mil pesos por hora en propaganda para la reforma educativa: tres millones y medio de pesos diarios. Mientras que el gasto público destinado a la educación decreció de 2015 al 2017 en un 12 por ciento; esto es, de 351 mil millones a 275 mil millones de pesos. ¿Cómo avanza el derecho a la educación en México? ¿Cuál es la idoneidad de los funcionarios, de la alta burocracia, de la educación pública de México?
Como practicante fanático de la sospecha, especialmente la que duda de las altas y nobles genealogías, porque está visto que todas esconden una impureza en la raíz, descreo profundamente del canto a sí mismo que Mexicanos Primero difunde entre la comunidad educativa de México. Nunca he creído que su interés real sea regresar la tutoría de la educación al Estado. Más aún, contra los logros y avances que celebran bulliciosamente, vale la pena traer a colación la primera acción que Mexicanos Primero A.C., se propuso hace diez años. Regresar al Estado la rectoría de la educación.
Es cierto, Elba Esther está en su casa y el SNTE ya no convoca la fuerza y la unidad de antaño y qué bueno. Sin embargo, ahora las cúpulas partidistas y los gobernadores, con su corte de sinecuras y paniaguados, nombran a discreción a los secretarios, subsecretarios y directores de educación en cada una de las entidades del país. Y en cada entidad el gasto educativo en publicidad es una réplica magnificada de lo que se vive a nivel federal.
En fin, al INE le costó mucho trabajo distinguir el interés privado de Mexicanos Primero en el video. Yo, por mi parte, digo que sería muy sano para la vida pública investigar la relación entre el sorpresivo y filantrópico entusiasmo por la educación de los empresarios vinculados con Televisa y las cuantiosas inversiones del gasto público educativo en publicidad para el monopolio de la televisión privada.
En mi opinión Mexicanos Primero A.C., sí saca provecho de la grabación en la que, mediante el uso de niños, se propone desprestigiar al candidato que se oponga a continuar con la reforma punitiva y, como se sabe, el único de ellos que ha dicho públicamente que la cancelará es Andrés Manuel López Obrador. De tal manera que la grabación “¿Y si los niños fueran candidatos?” resulta también inequitativa para la contienda electoral, como inútilmente argumentó la consejera del INE, Claudia Zavala, al oponerse a la difusión de la grabación infantil.
El comunicado de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) dice que la cinta “no vulnera el modelo de comunicación política, ya que no está dirigido a influir en las preferencias electorales de la ciudadanía, ni a favor o en contra de partidos políticos o candidatos a cargos de elección popular; en tanto que solamente refiere las razones por las que, a juicio de la mencionada asociación civil, es necesaria una transformación educativa, sin atribuir postura alguna sobre este tema a la o los candidatos que participan en la elección presidencial… (pues la cinta de marras) se encuentra amparada por el derecho fundamental de la libertad de expresión reconocido en los artículos 6 y 7 de la Constitución.”
Me quedo azorado de tanta certidumbre legal del INE para los empresarios de Mexicanos Primero A.C. Nadie lo duda, es una imparcial y objetiva conclusión de los sabios de barba blanca el INE que, muy solícitos, decidieron velar y proteger el derecho a la libertad de expresión de Mexicanos Primero y Televisa, sin importarles un bledo velar por el mismo derecho para el caso de los niños que participaron en la cinta. Sin parar mientes en que éstos fueron obligados a abrazar públicamente el posicionamiento político del PRI y del PAN, con sus respectivas alianzas, en torno a la reforma educativa.
Los juicios de los niños son políticos, están en la esfera pública, y fueron envenenados contra López Obrador, por lo que desocultan y hacen clara la invasión a su libertad de expresión, pues emiten opiniones ajenas, por cuyo contenido no pueden ser jurídicamente responsables.
Al respecto, el INE se declaró incompetente para juzgar si los menores de edad del promocional político vulnera los derechos de los niños y la niñas y turnó la responsabilidad de la decisión última a la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Lo más asombroso de la decisión del INE es que a la vista tienen una tesis reciente, del 31 de octubre del 2017, hace seis meses, en la que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aprobó la prohibición de menores de edad en la propaganda electoral del país:
“Si en la propaganda política-electoral se recurre a imágenes de personas menores de edad como recurso propagandístico las autoridades electorales deben implementar medidas encaminadas a la tutela de sus derechos, sin que resulte necesario probar que el acto o conducta genere un daño a los derechos de las personas menores de edad, en tanto que, para efectos de su protección, lejos de exigirse la acreditación de la afectación, basta que su derecho se coloque en una situación de riesgo.”
El derecho a la libertad de expresión de los niños no sólo está en riesgo en la cinta, porque, en los hechos, son obligados a elegir una opción política, la que está a favor de la reforma educativa. Por eso al final de la grabación escuchamos una voz infantil que aconseja a los votantes: “Piensa bien y apoya al candidato que apoye la transformación educativa”.
El colmo de la ceguera de los consejeros del INE es que no observaran la diferencia en el tratamiento discriminatorio que recibe el niño que hace las veces de AMLOVICH. Mientras que los otros cuatro candidatos son representados por chavos güeritos, muy bien vestiditos, representación del modelo occidental de belleza de Televisa, todos mucho más altos que el niño que la hace del Peje, que hablan con modulación y fluidez, y mueven manos y cabeza coordinadamente, a la hora exigir que los maestros se preparen mejor, que sean unos genios, que sean tan preparados como Meade, que les enseñen tecnología e inglés y que todo concluya en un proceso continuo de aprender a aprender, digo, que, en contraste, el menor que caracteriza a Andrés Manuel parece tener dificultades con el pensamiento y con el habla.
“Soy Andréj –dice el chavito. Quiero que a mij maejtro lej hagan exjámene como nos lo hacen a nojotros”. Expresa el más bajito de los niños, es de suponer que es el menor, con el tono excesivamente choco del tabasqueño. La toma en un solo plano retrata al niño del pecho hacia arriba, jamás sus manos aparecen en la cámara para enfatizar sus dichos, como los otros cuatro hacen en su momento. Podría decirse incluso que la guayabera le queda muy grande. Más allá de la mala caracterización, creo que le cuesta mucho trabajo tener que pedir públicamente que evalúen a los maestros como los evalúan a ellos. Es como mencionar la soga en casa del ahorcado.
Menos probable es aún pensar que a los niños del sur del país, cuya infancia y adolescencia escolares transcurren en condiciones de alta y muy alta marginación, les causa un enorme placer escuchar año tras año, desde hace quince, que son deficientes, que no pueden, que son burros y que están condenados a repetir la historia de vida, como la de sus padres y abuelos, sin posibilidades de ser en libertad.
Así pues, el INE, en su característica tibieza, podría volver a ser exhibido, de la misma manera que lo fue cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo obligó a admitir a Jaime Rodríguez en la contienda por la presidencia, el mismo candidato que el INE había vetado por graves anomalías en las firmas recabadas. Y no sería tan importante un nuevo descalabro en ese sentido, lo verdaderamente preocupante es la natural facilidad del INE para promover con sus acciones el conflicto entre las instituciones electorales responsables de llevar a buen puerto el más complejo proceso electoral en lo que va de la centuria.
Finalmente, creo que el video resulta un obsceno abuso de poder, pues pone en jaque la dignidad de los niños al usarlos con fines políticos y empresariales, para manipular la voluntad de los electores en el sentido de hacerlos coincidir con los millonarios proyectos políticos y económicos de Mexicanos Primero y Televisa, proyectos que están en grave riesgo de esfumarse si Andrés Manuel López Obrador, como lo señalan todas las encuestas serias, alcanza la presidencia de la república en la próxima elección de julio.