María Teresa Galicia Cordero
Ante el inminente regreso a las escuelas, es preciso acercarse a los diversos escenarios que puedan presentarse en los hogares de México y las necesidades a las que se enfrentan diariamente los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país, por lo que los datos que se desprenden de la aplicación de algún instrumento de medición es sumamente importante, para la implementación de la semi presencialidad propuesta a pesar del contexto de incertidumbre que sigue prevaleciendo.
Una de las variables que todos debemos de conocer son las características de las personas en edad escolar al interior de las viviendas, sus condiciones de equipamiento y disponibilidad de las herramientas tecnológicas, así como la manera en que las familias y los alumnos se han enfrentado al uso de equipamiento para atender sus clases de manera no presencial.
La aplicación del cuestionario de la ECOVID-ED, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aporta información de interés, porque registró información sobre los ciclos escolares 2019-2020 y 2020-2021.
En el ciclo escolar pasado, por ejemplo, se hace mención al papel de los padres de familia en cuanto al apoyo brindado a los estudiantes de educación básica en sus aprendizajes, así como la falta de capacidad técnica o habilidad pedagógica de padres o tutores para transmitir los conocimientos, que en estos resultados se muestra como la tercera desventaja con un 23.9 por ciento. Así también, las madres son quienes han apoyado en los niveles educativos más bajos, siendo el caso más alto para los estudiantes de preescolar con 84.4 por ciento, seguido del nivel primaria con 77 por ciento y finalmente secundaria con el 60 por ciento.
Recordemos que la implementación de un modelo a distancia y ahora el híbrido requieren, que la casa y la escuela sean espacios para el aprendizaje, además de que los alumnos tengan la suficiente autonomía y responsabilidad en su propio aprendizaje. Los datos anteriormente citados, muestran la necesidad de trabajar no solo con los maestros, también con los padres de familia, especialmente cuando el carácter actual de una educación más allá de las fronteras de las escuelas implica el necesario análisis sobre las relaciones entre las instituciones educativas y la familia y muy especialmente, entre los docentes y los padres.
En algunas investigaciones, como la de Pire Rojas (2020), se menciona la necesidad de potenciar la integración de la escuela y de la familia que permitan articular, no solo el acompañamiento necesario, sino lo más importante, la armonía entre ambas instituciones especialmente cuando se observa una baja percepción del diseño de actividades destinadas a orientar a la familia sobre el cómo tener una participación más activa en el contexto de la educación a distancia y/ o virtual.
Los resultados preliminares del estudio de Pire muestran que, de las relaciones entre la escuela y la familia depende en gran parte el nivel del éxito o fracaso de la educación tomando en cuenta tres dimensiones: la comunicación, la participación y el escenario tecnológico.
En el escenario actual, la orientación familiar debería de tomarse en cuenta dentro de las estrategias educativas que se están construyendo, especialmente cuando los procesos escolares seguirán divididos entre la escuela y la casa. La orientación familiar es el proceso de ayuda que tributa de manera significativa a la labor educativa, lo que desarrollan los padres con sus hijos (Rojas, 2018), en donde la trascendencia de la relación escuela- familia es un indicador indispensable para la orientación.
Si bien es fundamental, como lo mencioné en mi pasada colaboración, el acompañamiento docente para el nuevo reto a enfrentar, también será necesario incluir la orientación familiar, porque no solamente los estudiantes y profesores son los únicos que han tenido que adaptarse a los diversos cambios que se están realizando, también los padres de familia y tutores han tenido que modificar sus dinámicas para atender las necesidades de los estudiantes.
Las recomendaciones actuales, se han centrado en una reapertura segura de las escuelas, tomando en cuenta los factores involucrados, especialmente los del protocolo sanitario, pero hasta donde tengo información, nada de la instrumentación de una política pública que tenga como objetivo sensibilizar y mucho menos formar a los padres de familia y motivar su apoyo para que sus hijos aprendan.
Si como se asoma en los resultados de la ECOVID-ED, muchos padres no cuentan con las habilidades pedagógicas, en esta nueva realidad hay que incluirlos y formarlos para que existan la armonía necesaria para que el proceso educativo pueda fluir. En esta semana de inscripciones las noticias se centran en la denuncia de las escuelas que condicionen la inscripción a partir de una cuota, lo que me parece una postura falsa cuando todos sabemos que el mantenimiento de las escuelas y ahora, la compra del material para el regreso a clases lo proporcionan los padres de familias y en algunos casos, hasta los maestros, porque el gobierno en realidad no lo hace ni lo ha hecho ya por mucho tiempo.
Además, no son los maestros, es el Comité de Padres de Familia quien cobra y administra a esos recursos a lo largo del ciclo escolar ¿por qué no entonces, en lugar de bombardear a la sociedad sobre el modelo híbrido impulsado por el gobierno, se realiza una campaña enfocada en la necesidad de que exista una relación armónica entre los padres de la familia y los maestros en pro de la educación de sus hijos? Lo anterior daría el marco necesario a la ética del cuidado que están mencionando en sus cursos de capacitación, porque si se comprende al mundo como una red de relaciones y en donde es visible el reconocimiento de la responsabilidad hacia los otros, es necesario entonces, no dejar de lado la enorme importancia que tienen en esa relación, los padres de familia.
Referencias
INEGI (2021) Encuesta para la medición del impacto Covid-19 en la Educación ECOVID-ED. 2020 https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ECOVID-ED_2021_03.pdf
Pire Rojas, A (2020) Instrumento para evaluar la relación escuela- familia en el proceso educativo virtual provocado por la Covid-19, Conrado,16 (77) 298-306 Recuperado en 16 de agosto de 2021, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442020000600298&lng=es&tlng=e