Jesús Andriano *
Como era de esperarse con el inicio del año, se dieron varios cambios anunciados por el gobierno federal en políticas sociales y de administración que tienen la intención de impactar directamente en la población. En el caso de la educación el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) firmó el pasado 12 de diciembre el decreto para modificar los artículos 3º y 73 constitucionales y con ello comenzar el camino para derogar la Reforma Educativa, el objetivo de las modificaciones se instauró en el sentido de la evaluación a los maestros, así como en la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la creación del Centro Nacional para la Revalorización del Magisterio y la Mejora Continua de la Educación, cuyo objetivo del organismo es contar con nuevas competencias, entre las que destacan la determinación de estándares e indicadores de resultados, así como la certificación del desempeño de instituciones, autoridades y actores de la educación.
En el caso de la Educación Superior, el recorte al presupuesto que se había anunciado a las Universidades, se rectificó después de que se había comunicado una baja considerable que afectaría los diversos proyectos educativos. Sin embargo con lo que respecta a las reglas operación 2019, aún no se sabe para cuándo se realice su posible publicación, en dicho programa se establece la forma en la que se va financiar y operar el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, de Tipo Superior (PRODEP), el cual se encarga de profesionalizar a los Profesores de Tiempo Completo (PTC) en investigación-docencia, desarrollo tecnológico e innovación y responsabilidad social, en las Instituciones de Educación Superior; hasta el momento solo se sabe que el Presupuesto de Egresos de la Federación fue aprobado, pero mientras se diseña y se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo, la continuación de los proyectos emanados de dicho programa se seguirán operando con las reglas 2018 y por lo tanto habrá que esperar que no haya un cambio sustancial, que represente un desliz en la idea de la cuarta transformación (4T).
Es de reconocer que dicho programa desde 1996 se generó para apoyar la profesionalización en las Universidades y en las Escuelas Normales se instituyó años después en el 2009, dentro del Programa para Fortalecer a las Escuelas Normales (PROFEN), en el que se plantea como una necesidad para el ámbito de la generación de conocimiento en la conformación de grupos colegiados.
En su conjunto dichas reglas de operación precisan a nivel federal la forma de operar el programa gubernamental con el que se pretende lograr los niveles esperados de eficacia, eficiencia, equidad y transparencia, para la profesionalización docente; regularmente su publicación se realiza en el mes de diciembre, días antes de que termine el año para poder utilizar el presupuesto el siguiente año.
En dicho documento se prevé que las dependencias y entidades, a través de su respectiva coordinación serán responsables de emitir las reglas de operación respecto de los programas que inicien su operación en el ejercicio fiscal siguiente, previa autorización presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el dictamen de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria. Es sabido que ante la incertidumbre de una nueva política, la tensión por saber el futuro de un programa genera una serie de interrogantes, y planteamientos en los que se discute el reconocimiento de aquello que se logró o se cuestiona la pertinencia en la continuación de las acciones de un programa enfocado al desarrollo profesional de los profesores de educación superior.
Si bien profesionalizar la docencia es abrir las puertas a nuevas propuestas teóricas, epistemológicas que favorecen la práctica docente. La profesionalización de la docencia no se da en términos de más conocimiento o más documentos, no es la carrera directa a la meta del mejor escalafón, se entrelaza con el propio bienestar psicológico y social del docente para sobrellevar las relaciones interpersonales de su gremio, hasta el desarrollo de una organización profesional, estas condiciones encontradas y continuamente estudiadas, las define (Marchesi, 2010) como rasgos que justifican el actuar de la docencia como una actividad más de voluntariado, que lo establecido por una política educativa.
La profesionalización docente es un foco de atención que debe ser atendido como la parte sustancial de un cambio educativo y por lógica como una estrategia para el desarrollo social del país, desde este aspecto se gestan las condiciones políticas para abrir o cerrar brechas en la sociedad, la cultura y la tecnología. La espera de la publicación de las reglas de operación se convierte en una encrucijada, ante el foco de atención que implica fortalecer la capacitación y profesionalización de los docentes en las Instituciones de Educación Superior.
*Profesor investigador de la Escuela Normal de Tecámac. Colaborador de Voces Normalistas.
Referencias
D.O.F. (2018). Reglas de Operación del Programa para el Desarollo Profesional. CDMX.
Marchesi, A. (2010). Sobre el bienestar de los docentes . Madrid, España : Alianza.