“¿Y ahora qué pasó?”, le contestó el presidente Peña al secretario Osorio Chong cuando éste le llamó en la madrugada del pasado jueves 27 de febrero para informarle que finalmente había caído Servando Gómez Martínez, mejor conocido como “La Tuta”, luego de celebrar su cumpleaños con cervezas y hot dogs.
En “La Tuta” confluyen los estragos de la debilidad del Estado mexicano en materia de seguridad, como tristemente se ha visto, y los focos rojos que siguen encendidos por la fragilidad del sistema educativo. Estos dos problemas acusan debilidad institucional, impunidad, corrupción y déficit de gobierno.
Michoacán, de acuerdo con el Semáforo Municipal de los Derechos de la Infancia (SMDI), se ubica en el lugar 28 del país, o 5º con mayor rezago, en materia de garantía de los derechos de niñas, niños y adolescentes del país. Esta entidad de la república, por su alta proporción de inasistencia escolar, se ubica en el lugar 31 o segundo peor de México
Arteaga, el sureño municipio donde “La Tuta” estudió para maestro y trabajó como tal, se ubica en el lugar 1,789 de la república en garantía de los derechos de la infancia (a nivel estatal es el 83 de 113 municipios). En el dominio de educación del Semáforo, que integra indicadores relativos a la no asistencia a la escuela de 3 a 17 años, ocupa la posición 1,828 (en el estado es el 62, es decir, más o menos a la mitad de la tabla de los municipios michoacanos).
En 2010 no asistían a la escuela 297,654 niños, niñas y adolescentes en Michoacán. En rezago educativo aparecen 72,396 adolescentes. La población de 15 años en primaria o fuera de la escuela, de acuerdo con PISA 2012, es de 37.2%, lo que ubica a la entidad en el lugar 29 del país.
No sabemos el desempeño de Michoacán en la prueba PISA, porque simplemente no pudo aplicarse, pero ya podrán imaginarse los resultados de un estado fuera del alcance de la autoridad educativa, pero en manos de caciques locales.
El Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) sólo alcanzó al 47.4% de los centros de trabajo, es decir, 5, 837 de los 12, 324 existentes. No fueron censados 561,663 alumnos. No sabemos cuántos son maestros de los 45,027 empleados considerados como personal en la planeación.
La incapacidad de conocer lo que realmente está sucediendo en el sistema educativo dio lugar a que personas como “La Tuta”, quien se dice ingresó al tráfico de drogas entre 2000 y 2001, mantuviera su plaza como maestro y cobrara como tal hasta el primer trimestre de 2010, según la propia Secretaría de Educación Pública (SEP).
¿Qué hizo posible que “La Tuta”, un maestro de primaria, se transformara hasta alcanzar el liderazgo de Los Caballeros Templarios y pusiera en jaque al Estado mexicano? Que se podía. En lo que toca al sistema educativo, la falta de autoridad permite hacer y deshacer. En lo que toca a la gobernabilidad, lo alentaron indolencia, impunidad y corrupción de las mismas autoridades encargadas de garantizar seguridad, una tríada que marca la violencia criminal que ha vivido Michoacán en los últimos 14 años.
Sin duda la intervención federal ha significado un freno, pero la espiral de la violencia es tan intensa que su impulso sigue produciendo muerte.
De acuerdo con la investigación de ODISEA, A. C., con base en las estadísticas de mortalidad del INEGI, la tasa de homicidios en 2013 fue a nivel nacional de 18.4 por 100 mil habitantes, en tanto que en Michoacán alcanzó 47.1, más del doble que la ocurrida en el país, por lo que la entidad ocupa el lugar 29, o cuarto peor de la república.
Mientras que en 2013 a nivel nacional la tasa de homicidios se redujo -11.3% frente a 2012, en Michoacán creció 10.3% en el mismo periodo.
La tasa de homicidios de adolescentes de 15 a 17 años fue en 2013 de 11.7 a nivel nacional, en tanto que en Michoacán fue de 8.2. Respecto a 2012 la reducción fue de -23.5% en esta entidad.
Los homicidios por arma de fuego en 2013 alcanzaron una tasa de 10.3. En Michoacán fue más del triple: 32.2. Estos homicidios cayeron -23.9% a nivel de la república, en tanto que en Michoacán aumentaron 14.3% entre 2012 y 2013, lo que ubica a la entidad en el lugar 30.
Entre adolescentes de 15 a 17 años la tasa de homicidios por arma de fuego fue de 6.5 en el país, mientras que en Michoacán llegó a 4.5 en 2013.
Cabe señalar que la tasa de violencia familiar contra adolescentes de 15 a 19 años, de acuerdo con la Secretaría de Salud (SS) es de 76.7 por 100 mil a nivel nacional. En Michoacán es de 132.4, lugar 25 del país.
La detención de “La Tuta” es una excelente noticia. Pero sin una estrategia de largo plazo que reconstruya al estado y al país, partiendo de un enfoque de seguridad ciudadana que integre un real estado de derecho y una eficaz aplicación del constitucionalismo de los derechos, donde destaca el establecimiento de un sólido sistema educativo, seguiremos en la tónica de golpes espectaculares sin soluciones estructurales para alcanzar la paz.
Quizá la pregunta no es “¿Y ahora qué pasó?”, sino ¿qué sigue pasando? ¿Por qué?
Twitter: @LuisBarquera
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