Proyecto La reforma educativa en el marco del derecho a la educación
Universidad Iberoamericana
El levantamiento del plantón de la CNTE en la Ciudadela este 14 de septiembre trae a recuento el desalojo del plantón que la Coordinadora sostuvo en el Zócalo capitalino un 13 de septiembre del 2013. Mientras que hace tres años las vías del diálogo se agotaron llegando a un ultimátum que por la fuerza removió a los maestros, ahora fue la propia Coordinadora quien decidió poner un alto al paro como un repliegue estratégico.[i] La paulatina vuelta a clases iniciada el 7 de septiembre y el anuncio de Chiapas de modificar su estrategia de lucha para darle una “salida política al conflicto”, declarando el regreso de sus contingentes a su estado,[ii] son las condiciones que precipitaron el fin del plantón como estrategia de lucha contra la reforma educativa.
Es significativo el hecho de que en esta ocasión no se haya recurrido a la fuerza como medio de presión por parte del Estado para diluir las estrategias de movilización de la CNTE. El violento desalojo de Nochixtlán en junio de este año sentó un funesto precedente que condena el recurrir a la violencia como primera opción. Pero también influyó un reacomodo en la correlación de fuerzas. Para el Estado no fue necesario recurrir a la policía, como sí lo fue en el desalojo del Zócalo hace 3 años para realizar el desfile militar por el 203 aniversario de Independencia.
Si bien el plantón en la Ciudadela no representaba un obstáculo para conmemorar el 206 aniversario de las fiestas patrias, sí representaba un momento de tensión por la presencia de efectivos militares, magisterio en paro y población inconforme en un mismo momento. Aunque la CNTE pudo haber capitalizado dicho escenario pesó más la crisis interna por la paulatina vuelta a clases y el repentino giro que dio Chiapas. Esta crisis interna se debe en parte al desgaste de la lógica antagonista que ha guiado el conflicto entre el magisterio disidente y el Estado.
Al tomar la decisión de ir a paro, no había un consenso absoluto entre la CNTE, la sección 9 difería de utilizar esa táctica.[iii] Pero la lógica antagonista distendió el conflicto interno al nombrar a una figura antagónica que cohesionara las distintas opiniones que cada sección mantenía. Así, se designó al gobierno federal, y en concreto a la Secretaría de Gobernación, a la Secretaría de Educación Pública y a Enrique Peña Nieto como los responsables de forzar a la Coordinadora a suspender clases por no abrir una mesa de diálogo.[iv] Sin embargo, una vez declarado el paro, las orientaciones de cada estado con respecto a sostener el paro salieron a flote. Así, de 5 estados que suspendieron labores, fueron Oaxaca y Chiapas quienes lo encabezaron con mayor intensidad: sólo un 47% y un 42% de planteles, respectivamente, iniciaron clases.[v]
La lógica de antagonismo amigo-enemigo se expresó de manera ilustrativa en el caso de Oaxaca. La Sección 22 apeló a los padres de familia acerca de la necesidad de irse a paro, no sólo por sostener su demanda de abrogación de la reforma educativa, sino con el argumento de que la educación se privatizaría, afectando así a la economía familiar. Asimismo, de acuerdo a un cálculo de daños, la sección 22 valoró que el paro era factible de acuerdo a la normativa que autoriza emplear un calendario de 185 días, además del de 200.[vi] Al entablar esta articulación, la CNTE sumó a la comunidad de padres a una lógica de amigo-amigo, para robustecer su posición de enemigo con el gobierno federal.
No obstante, la CNTE al mismo tiempo que responsabilizaba al gobierno federal por irse a paro, acababa reivindicando una de las medidas derivadas de la reforma, en concreto del plan, La escuela al centro, relacionado con el calendario de 185 días. La táctica de la CNTE se flexibilizaba en aras a sostener su estrategia: abrir una mesa de diálogo por la eventual abrogación de la reforma educativa. En lo que respecta a la articulación amigo-amigo entre padres y coordinadora, ésta fue fragmentada. La separación de la sección 22 del IEEPO posibilitó que al Instituto llegaran demandas de padres inconformes, al tiempo que el organismo descentralizado valoró que, como medida paliativa, podía enfrentarse al paro de la CNTE con 500 maestros sustitutos.[vii]
La presión del sector empresarial para que el gobierno federal pusiera un alto a los paros y bloqueos de la CNTE vino a engrosar el campo antagonista, emplazando a SEGOB a ejercer su deber de mantener el estado de derecho pero, en este caso, sin necesidad de recurrir a la violencia.[viii] El sector empresarial representado por el Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación Patronal de la República Mexicana buscaba una articulación amigo-amigo con el resto de comerciantes pequeños y medianos que se verían afectados por los paros de la CNTE así como con los padres de familia, apelando al derecho de los niños a recibir educación.[ix]
En el caso de Oaxaca, la decisión final de volver a clases respondió a una serie de factores. Al 2 de septiembre, según reportes del IEEPO, 77.4% de planteles ya habían iniciado clases,[x] lo que significó un aumento de 30.4% respecto de los planteles que abrieron al inicio del paro orquestado por la CNTE en Oaxaca. Los descuentos fueron otra medida de presión, que se calculan en 26 millones de pesos descontados a 28 mil miembros de la sección 22, entre docentes y administrativos.[xi] En suma, Oaxaca calculó que el desgaste del paro era lo suficientemente profundo para suspenderlo y así retornar a clases para reagruparse en su táctica.
El caso de Chiapas vino a atemperar el ímpetu que quedaba del plantón, la demanda de cumplimiento del acuerdo no verbal de Luis Miranda Nava, exsubsecretario de gobernación, de no aplicar la reforma educativa en el estado sureño en lo que resta del sexenio generó agitación al interior de las secciones 7 y 40.[xii] El saldo al final de este conflicto deja una comunidad de padres dividida y un magisterio confrontado por la presión de volver a clases so pena de descuento o notificaciones de cese, las cuales se concretaron finalmente en Oaxaca, Michoacán y Chiapas.[xiii] En el caso de Oaxaca se reportaron 160 escuelas que aun no han iniciado clases mientras que la sección 22 recalibró su calendario alternativo a 196 días.[xiv] Además, la estrategia de SEGOB rindió frutos al dividir a la CNTE con el aliciente que se le presentó a Chiapas de mantenerse al margen de la aplicación del servicio profesional docente, lo que equivalía a restar fuerza a la lucha por la abrogación de la reforma educativa a nivel nacional.
La apertura ocasional de mesas de diálogo entre la CNTE y SEGOB distiende de manera temporal la lógica enemigo-enemigo. No obstante, la permanencia de la lógica antagonista genera divisiones y ahonda las diferencias. Si bien la diferencia es constitutiva de toda identidad, ello no implica que sea necesario vivir en un estado de permanente antagonismo, la lógica agonista, en donde las diferencias pueden aflorar sin llegar a la lógica enemigo-enemigo.[xv] Esta es una medida factible que la CNTE y el gobierno federal podrían articular. A escala regional, el Plan para la Transformación Educativa de Oaxaca (PTEO) que la sección 22 ha trabajado en sus talleres estatales de educación alternativa puede apelar al consenso de los padres de familia, siempre que sea pertinente a la diversidad cultural del estado.
Más que sostener una posición antagonista en la suspensión del inicio de clases, la táctica de la sección 22 podría sumar consenso a su propuesta educativa, poniéndola en práctica al inicio del ciclo escolar. Esto implica llevar su lucha de un nivel de medidas de presión a uno que reivindique la creación de propuestas educativas locales. Los días perdidos de clases se acumulan cada ciclo escolar, lo que evidencia la persistencia de la táctica basada en medidas de presión.
La posición del gobierno federal respecto a las adecuaciones necesarias a la reforma educativa es otro eje necesario en la consolidación de una dinámica agonista. Esto implica que ambos bandos estén dispuestos a ceder en sus posiciones. ¿De qué manera la sociedad civil puede incidir en la distensión del conflicto? Quizá no sólo en el recurso legal a las autoridades educativas competentes, sino en la creación conjunta de un modelo educativo pertinente a la diversidad nacional.
[i] Laura Poy Solano, La Jornada, “Levanta la CNTE el plantón que mantuvo en La Ciudadela; maestros volverán a sus estados”, 14 de septiembre de 2016
[ii] Emir Olivares Alonso, La Jornada, “Cada sección decidirá si levanta el paro, acuerda la CNTE en Asamblea Nacional”, 12.09.16
[iii] Teresa Moreno, El Universal, “Regreso a clases divide a la CNTE”, 15.08.16
[iv] Arcelia Maya, Isabella González, Virgilio Sánchez, Reforma, “Culpa por boicot CNTE a gobierno”, 22.08.16
[v] Virgilio Sánchez, Adán García y Jesús Guerrero, Reforma, “Consuman amenaza: cierra CNTE escuelas”, 23.08.16
[vi] Ídem.
[vii] Virgilio Sánchez, Reforma, “Exigen padres a IEEPO sustituir a maestros”, 26.08.16
[viii] Susana Guzmán, El Financiero, “IP pide a Osorio Chong solución a bloqueos con carácter de urgente”, 09.08.16
[ix] Azucena Vásquez, Arcelia Maya y Érika Hernández, Reforma, “Exige IP clases… la CNTE dice no”, 19.08.16
[x] Ismael García, El Universal, “IEEPO pide a padres solicitar maestros sustitutos”, 02.09.16
[xi] Jorge Pérez Alfonso, La Jornada, “Descontaron 26 millones a 28 mil docentes de la sección 22”, 14.09.16
[xii] Fredy Martín Pérez, El Universal, “CNTE somete a consulta regreso a clases en Chiapas”, 05.09.16
Elio Enríquez, La Jornada, “Acuerdan maestros de Chiapas dar salida política al movimiento y mantener el paro”, 14.09.16
[xiii] Emir Olivares Alonso, La Jornada, “Da inicio la SEP al proceso para cesar a mil 905 maestros de cuatro entidades”, 07.09.16
[xiv] Virgilio Sánchez, Reforma, “Incumplen clases escuelas de CNTE”, 14.09.16
[xv] Chantal Mouffe (2007). En torno a lo político, México, FCE