Wenceslao Vargas Márquez
Desde muy temprano del sexenio federal se ha estado manejando la posibilidad de que se use el voto electrónico en las elecciones sindicales mexicanas.
Hace más de un año, en febrero de 2020, la Secretaría del Trabajo y el Instituto Nacional Electoral firmaron un convenio para que el INE ayudara a la implementación de la reforma laboral en los aspectos electorales. La reforma laboral de 2019 tiene, desde luego, aspectos electorales: son los electorales en materia sindical. Con el voto se deben ratificar los contratos colectivos de trabajo, y con el voto (directo) se deben elegir a las dirigencias locales y nacionales. En la mayor parte de los procesos sindicales mexicanos estas votaciones se han hecho tradicionalmente a mano alzada, incluso con la identificación del voto de cada sindicalizado electoral (tomando nota de su credencial, asociada a su voto, para las represalias que sean necesarias).
La modernidad ha llegado al sindicalismo mexicano cuando desde el gobierno federal se impulsa que el voto se haga a través de aplicaciones informáticas y se emita desde el teléfono celular del elector sindicalizado, desde la comodidad de su sofá casero. El presidente López Obrador ha dicho que ha propuesto el citado procedimiento a los líderes petroleros desde mayo, y el INE ya está avisado y dispuesto a cooperar.
En la semana pasada se lanzó una convocatoria para elecciones nacionales petrolera que resultó falsa. Desde su hospital covid, convaleciente, la senadora Cecilia Sánchez advirtió que “no se puede emitir una convocatoria sin que hayan salido los lineamientos de la STPS para el voto electrónico, como lo solicitó el presidente de México. Su convocatoria no señala los requisitos que deben cubrir los participantes de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo y los Estatutos del sindicato”
Así lo resumió el presidente de la República en la mañana del viernes 25 de junio: “Acabo de dar indicaciones a la secretaria del Trabajo para que la elección sea limpia y libre, que haya democracia sindical. Que sean los trabajadores sin presión de ninguna índole, los que puedan emitir su voto, y ojalá los directivos actuales del sindicato acepten una propuesta para que cada trabajador vote libremente, con un teléfono, una aplicación. Que primero se lance la convocatoria para ver quiénes quieren ser los dirigentes, de acuerdo a los requisitos. Y que la Secretaría del Trabajo decida si cumplen los requisitos. Se da un plazo para que todos los trabajadores sepan quiénes son, sus trayectorias. Ya cuando sepan los 100 mil trabajadores quiénes son, se da un día, o dos o tres, a votar, ya con una clave. “Yo quiero al número uno, o al cinco, o al ocho”; de ahí se cuenta. Se puede proponer a 3 o 5 personas honorables para cuidar todo el proceso, y el que sacó más voto de los trabajadores, ése es el dirigente. Nada de acarreos, o me debes mostrar por quién votaste”.
Allí están explícitas las directrices presidenciales para las elecciones petroleras. De inmediato debe saltar la pregunta de por qué el SNTE no está en el discurso presidencial, ni para elecciones seccionales ni para elecciones nacionales, y estas últimas menos que ninguna, y al no estarlo no se sabe si al presidente le interesa que el voto electrónico se aplique al SNTE. En los petroleros el interés por las elecciones está desatado. En el magisterio las cosas están casi muertas. No hay interés por las elecciones nacionales, y son nacionales las que harán los petroleros.
Para las elecciones seccionales del SNTE en Veracruz, hay únicamente dos aspirantes, dos personas que han dicho que quieren ser. Para la Sección 56, Miriam López Cruz, para la Sección 32, Galdino Diego Pérez, ambos de grupos opositores internos pues los candidatos de los grupos en el poder guardan silencio con sus tapados, a la espera, según, de la publicación de las respectivas convocatorias. A Miriam y a Galdino quizá les interese manifestar si solicitarán el voto electrónico en las elecciones magisteriales de las dos secciones del SNTE en Veracruz.
Quizá fijen postura dado que desde lo más alto del gobierno federal se le ven tantas bondades al voto sindical electrónico. Las cifras son parecidas: los petroleros son realmente 92 mil, y la Sección 32 tiene una membresía similar. En la Sección 56 son aproximadamente la mitad. Es hora de decirlo ahora que el gobierno impulsa y el INE apoya con asesoría y equipo. Es hora de saber si el voto sindical electrónico llegará o no para quedarse.
@WenceslaoXalapa