La educación, como muchas otras ramas, se ha tenido que adaptar al mundo en el que vivimos, las distancias que se recorren y los tiempos de las personas, que cada vez son más difíciles de manejar. Por esta razón, la tecnología juega un papel fundamental en este ámbito. Entre los grandes avances, se encuentran las clases en línea, las cuales han abierto un gran panorama y cruzado fronteras de todo el mundo.
Aún falta impulsar con mayor fuerza la educación en línea en nuestro país; un primer paso, es considerar las ventajas que nos ofrece:
- Tanto para el alumno como para la institución, se convierte en un ahorro de tiempo y dinero: desde el desplazamiento, el costo de contar con un inmueble para impartir las clases, los gastos fijos, y demás.
- El alumno cuenta con la facilidad de elegir en qué momento estudiar, sin presión de horarios. Al contar con aulas 24/7, puede ingresar a su clase en el momento que le convenga, y desarrollar los trabajos y prácticas de acuerdo con sus tiempos.
- Se reducen las barreras geográficas, permitiendo el acceso a la información digital de todo el mundo, desarrollando material didáctico para ampliar y complementar el aprendizaje del alumno.
- Las clases se convierten en personales, donde la comunicación entre alumno y profesor es directa, y la retroalimentación es automática. Además, cuentan con la participación de otros alumnos, a través de chats y videoconferencias.
- El alumno adquiere mayor responsabilidad sobre su propio aprendizaje, ya que debe organizarse y marcar su ritmo de trabajo, siempre guiados por los profesores y los materiales adecuados para cada clase.
Colaboración proporcionada por el blog Conversaciones GESS México.
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