Por Daniel Manchinelly
Testimonios en audio de la Velada en Colmex
A partir del mitin convocado por el sindicato de trabajadores y maestros del Colmex el miércoles 21 de octubre, se han desarrollado actividades colectivas que han exigido la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Como parte de éstas se realizó un evento en las instalaciones de este centro de estudios la noche del domingo, al cumplirse 30 días sin tener noticia de los jóvenes guerrerenses. Alrededor de 50 personas entre estudiantes de licenciatura, maestría, doctorado, profesores y miembros del sindicato de trabajadores del Colmex acudieron a esta velada nocturna. A través de las redes sociales virtuales y de las asambleas representativas se decidió realizar una serie de actividades para la semana, comenzando el 26 de octubre.
Entre las acciones del evento una consistió en la realización de una ofrenda del día de muertos, a razón de los fallecidos por la violencia desatada desde hace años. Se adornó de papel picado una de las paredes de la explanada alta, en el que además se colocaron velas y veladoras, y las típicas flores de cempasúchil. Asimismo, se instalaron 43 sillas en la escalinata en la que cada una portaba una fotografía, además de que en los asientos se pusieron libros, recordando la carrera de profesor que estos jóvenes estaban realizando. Al frente de estas sillas, se construyó el número 43 por medio de zapatos y tenis de los estudiantes participantes. Luego, en grandes mantas se escribieron leyendas que exigían la aparición de los ausentes.
Cuando estuvo listo todo, la primera actividad fue la declamación colectiva del poema de Sara Uribe, Instrucciones para contar muertos. De forma espontánea varias personas se formaron para leer un pequeño fragmento, del que brotaban palabras que describían uno de los efectos terribles del horror de la violencia: la angustia de tener un familiar desaparecido. Entre la esperanza de que el capturado haya escapado y el saber que es parte de los muertos y muertas que ha producido México desde hace mucho tiempo, se construye un agujero que cimbra el alma.
La segunda actividad consistió en soltar 43 globos de cantolla en frente del Colmex, en el que por cada uno se gritaba el nombre de los normalistas. En grupos de tres o cuatro personas se soltaron los globos de varios colores. El espectáculo motivó a la contemplación colectiva de pequeñas bolas de fuego que se movían al compas de viento frío del Ajusco. Al final, alguien comenzó a gritar “uno, dos, tres…” en el que inmediatamente la comunidad se unió para expresar al unísono cada número hasta llegar a 43, cerrando con el grito de “¡justicia!”.
El último evento fue pasar lista por los normalistas desaparecidos, en el que por cada nombre se respondió con un alarido colectivo: ¡ausente! De manera solemne se guardó silencio, el cual se rompió por un estruendoso aplauso de los presentes al final. Después, se escuchó de pronto una voz colectiva que decía: “lucha, crítica y ciencia, el Colmex, el Colmex, generando resistencia”. Porra creada por lo estudiantes que participaron el día que marcharon alrededor de 90 alumnos junto con 7 profesores para exigir justicia.