La violencia en los entornos educativos es una realidad que afecta a la mitad de los menores en el mundo, es decir, aproximadamente mil millones de niñas, niños y adolescentes cada año, según un informe reciente de organismos de Naciones Unidas.
Las agresiones, que abarcan desde el abuso físico, psicológico y emocional hasta el abuso sexual, representan una crisis silenciosa en los sistemas educativos globales, señala Unesco.
El informe Safe to learn and thrive. Ending violence in and through education (Aprender y prosperar en ambientes seguros. Poner fin a la violencia en y a través de la educación), presentado en la primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra los Niños, celebrada del 5 al 7 de noviembre en Bogotá, Colombia, expone las alarmantes cifras de violencia escolar. A nivel global, uno de cada tres estudiantes experimentó acoso en el último mes y, en el último año, más de tres estudiantes estuvieron involucrados en peleas físicas entre compañeros.
La violencia traspasa las aulas: el auge del ciberacoso
En la era digital, la agresión no termina en las aulas. La Unesco advierte que el ciberacoso, una forma de violencia que se ha propagado con el auge de la tecnología, ya afecta a uno de cada 10 alumnos en el mundo. A través de redes sociales y otras plataformas digitales, los menores están expuestos a hostigamiento y humillación de manera constante, lo que agrava las secuelas emocionales y psicológicas de la violencia que ya enfrentan en sus entornos escolares.
El informe destaca que el ciberacoso es particularmente peligroso por su capacidad de seguir a los estudiantes más allá del ámbito físico, generando un ambiente de inseguridad permanente que afecta su bienestar y desarrollo.
Un llamado a la acción global
Durante la conferencia en Bogotá, la Unesco hizo un llamado urgente a gobiernos y comunidades educativas para implementar políticas y programas efectivos que pongan fin a esta situación. Se subrayó la necesidad de una colaboración internacional que incluya medidas de prevención, concientización y capacitación para docentes y estudiantes, con el fin de crear entornos educativos seguros y libres de violencia.
La organización internacional enfatizó que el derecho a una educación segura es esencial para el desarrollo integral de los menores y destacó que, mientras persista la violencia en las escuelas, se obstaculiza el aprendizaje y se ponen en riesgo sus derechos fundamentales.
La violencia en el ámbito educativo representa uno de los mayores desafíos en la misión de brindar a todos los niños y jóvenes un entorno de aprendizaje libre de miedo, y en la era digital, estos desafíos solo se han intensificado.