Tengo una teoría sobre las Orientaciones para la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes próximo a realizarse en las escuelas del país: o la Secretaría de Educación Pública (SEP) desconoce lo que sucede en las instituciones educativas o, por el contrario, tan bien lo conoce que prefiere ignorar o fingir demencia. Miren que es irrisorio proponer que, entre el colectivo docente, se favorezca el intercambio de experiencias y saberes con respecto al diseño de la planeación didáctica, el desarrollo de proyectos y el uso de los Libros de Texto Gratuitos para que, con ello, se identifiquen las mejores prácticas que contribuyan al avance de estos procesos y utilizarlas como referente (SEP, p. 8) cuando, como se sabe, en buena parte de las entidades federativas, las autoridades educativas impusieron cualquier formato de planeación didáctica que encontraron en las redes o, en el peor de los casos, que compraron en algunos sitios de dudoso prestigio y/o reputación, sin que se haya hecho un análisis de los elementos que los conforman para la organización de las actividades de enseñanza del profesorado.
Se imagina usted el siguiente diálogo, justo cuando se inicie el próximo CTE:
-Director o coordinador del CTE: maestras y maestros, ¿cuál es su experiencia en el diseño de su planeación didáctica durante este primer mes de trabajo?
-Maestra o maestro: pues mire usted, de acuerdo al formato que usted nos entregó la planeación que elaboré…
Diálogo que, si así decide considerarse, contiene una situación hipotética sobre un hecho que no es nada hipotético, por el contrario, es una realidad que durante este primer mes se vivió en muchos, pero en muchos centros escolares de todos los niveles educativos en los que se implementó el Plan de Estudios 2022. ¿Acaso la SEP desconoce esto? Entiendo que el propósito de esta sesión, es que los docentes reflexionen y valoren la planeación didáctica como un ejercicio que, precisamente, invita a reflexionar, pero, cómo reflexionar si desde el principio se condiciona o limita una acción tan importante como lo es planeación de las actividades de aprendizaje que, lejos de un formato, se desarrollan en un salón de clases. Entonces, yo me pregunto, por qué dentro de todas las preguntas que, por ejemplo, se propusieron en la página 7 de las Orientaciones para el CTE (para primaria), no se incluyeron algunas relacionada con el formato; bien podría haberse integrado unas que dijeran: ¿Qué tan pertinente y funcional fue el formato de planeación que las autoridades educativas les entregaron?, ¿Qué cambios se podrían sugerir?, ¿de qué manera modificaron esos formatos o, por el contrario, por qué planearon sin el uso de un formato?, entre otras. Curiosamente, la SEP que tantas y tantas veces ha señalado que, para comenzar con la planeación se debe identificar la realidad para problematizarla, ellos, sencillamente, como lo he dicho: lo ignoraron o fingieron demencia. ¡Qué bella contradicción! En fin.
En estas cuatro semanas he podido identificar, al menos, cuatro maneras en las que las maestras y maestros están organizando sus actividades de enseñanza y de aprendizaje en un formato de planeación; desde luego, hablaré de lo que he observado en educación primaria, que es lugar en el que me desenvuelvo con mayor regularidad.
La primera ha partido del Programa Analítico, considerando los valiosos intentos que han hecho los maestros y maestras para el diagnóstico e identificación de problemáticas o situaciones que se pueden abordar en sus respectivos espacios; aquí se ha partido del problema o situación identificada para relacionarlo con un contenido dependiendo de las fases y grados, con su respectiva articulación con otros contenidos de otros campos formativos. Entonces, el contenido y el problema y/o situación es lo que ha llevado a organizar las actividades de enseñanza y de aprendizaje por medio de la realización de un proyecto. En ésta, los Libros de Texto Gratuitos (LTG) en su mayoría, se han visto o empleado como un recurso o herramienta y no como el detonador del aprendizaje. Recuerdo a alguna maestra que, en días pasados me comentaba, que los LTG de primer grado (era el que atendía) contemplaba muchas de las etapas de un proyecto, cosa que no sucedía en otros LTG de las otras fases y grados, motivo por el cual, ella solo retomaba lo que consideraba pertinente e incluía las actividades sugeridas en su planeación didáctica.
La segunda que pude observar, consideraba lo que en los Programas Sintéticos se conocen como Procesos de Desarrollo de Aprendizaje (PDA) para la organización de las actividades de enseñanza y de aprendizaje. Debo decirlo, fue curioso observar alguna planeación donde, por ejemplo, el docente partía del PDA (fase 5, quinto grado) Lee textos autobiográficos y reflexiona sobre las razones por las que suelen estar narrados en primera persona del singular para estructurar un proyecto, empleando un solo campo formativo (Lenguajes) donde, de manera natural, integraba el contenido de ese campo, otros PDA pero, lo más interesante, que en las actividades propuestas en sus diferentes sesiones incluía otros PDA y campos formativos, pero en el formato de planeación que empleaba no los integraba. En ésta, al igual que la anterior, los LTG tampoco fueron el eje generador del conocimiento; de hecho, pude identificar, que el peso estaba en el desarrollo de las sesiones con sus respectivas actividades y no en los LTG. Aunado a lo anterior, algo que llamó mi atención fue que, al planear por PDA, el Programa Analítico no jugó un papel muy importante.
La tercera es, desde mi perspectiva, una que tendría que debatirse ampliamente porque, pude identificar, que hay quienes sí están empleando LTG, con sus respectivos proyectos, para planear las actividades de enseñanza y de aprendizaje; es decir, pude observar algunas planeaciones didácticas donde, con sus propias y breves adecuaciones, se están manteniendo intactos los proyectos contenidos en dichos libros para ser incorporados a las planeaciones. Esto, podría ser parte de la cultura que se arraigó hasta los huesos en buena parte del magisterio porque, como se sabe, hubo quienes hace años vendieron muy bien la idea de que los LTG eran los generadores y potenciadores de los aprendizajes, lo cual no es cierto; sin embargo, también podría pensarse que tal situación se presenta porque los proyectos se ajustan a lo que el docente vive en ese momento con sus alumnos y, por tanto, toma tal cual el proyecto para ser desarrollado en su planeación didáctica; o también, porque el maestro o maestra no ha podido clarificar el cambio que se pretende lograr en el terreno educativo; tema que pasa por la autonomía profesional y curricular, pero también, por el desastre que es la SEP en cuanto al proceso de formación continua del profesorado mexicano. En fin, insisto, dejaría este tema y diálogo para un posterior momento.
La cuarta y última se refiere, a aquella en la que no acontece ninguna de las anteriores; es decir, hay quienes siguen trabajando con el plan 2011 o 2018, pero también, con algo que una maestra me señalaba: con sus propios métodos porque, a decir de ella, mientras sus alumnos estuvieran aprendiendo, no importaba qué plan de estudios se trabajara en las escuelas. Un tema que, desde luego, también sería parte de un interesante debate, conjuntamente con aquel que implica la venta y compra de planeaciones didácticas porque, como es conocido, ha sido un fenómeno que se ha sedimentado en el magisterio como una práctica poco deseable pero también inevitable por diversas razones; yo solo me preguntaría, desde luego, sobre esto último: qué harían los profesores si en realidad, pero en realidad se disminuyera o erradicara la carga administrativa que tienen y viven actualmente y se priorizara su labor pedagógica y didáctica en las escuelas y en el aula.
Como se ha visto hasta el momento en estas líneas, que de ninguna manera pueden ni deben ser consideradas una generalidad, la planeación vive un momento importante de reajuste o de mantenimiento de ciertas estructuras del pasado. En cualesquiera de los casos, la preocupación y ocupación, desde mi perspectiva, tendría que ceñirse en el proceso más que en el producto que, dicho sea de paso, para las autoridades educativas dicho producto (formato) es la culminación de un proceso, lo cual no es cierto. Preocupa y ocupa, que en los Programas Analíticos que me permitieron leer en un momento determinado, el codiseño e incorporación de contenidos locales no están claramente definidos o incorporados en las planeaciones didácticas observadas. Entonces, ¿no tendría la SEP que aterrizar en realidades que viven cotidianamente los docentes y sus alumnos y no en un mundo de fantasía donde todo funciona de maravilla?
Al tiempo.
Referencias:
(2023). Orientaciones para la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes. Educación primaria. http://gestion.cte.sep.gob.mx/insumos/php/docs/ciclo_2324/sesion1/Orientaciones_Primaria_Primera_Sesion_Ordinaria_FINAL.pdf?1695244558415