La formación de tutores en escuelas secundarias es un tema con muchos rezagos; aunque ya se ha superado el rechazo por parte de maestros, directivos y padres de familia, al desempeño de sus funciones, aun existen grandes pendientes para la consolidación de este perfil educativo.
El papel de los tutores juega un rol importante en el desarrollo de los jóvenes, pues son ellos quienes brindan una guía y posibles soluciones a las problemáticas que presentan día a día.
Esto lo señalan María Ibarrola Nicolín, Eduardo Remedi Allione y Eduardo Weiss Horz, coordinadores del libro “Tutoría en escuelas secundarias: un estudio cualitativo”, publicado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en cooperación con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN), donde agregaron que los problemas que enfrenta la tutoría se ubican más allá de su diseño formal y de su gestión administrativa en los planteles.
“Consolidar este espacio innovador requiere superar la debilidad e insuficiencia de los cuerpos directivos, la desarticulación entre los equipos —incompletos— de asistencia educativa y los tutores, la ausencia de trabajo colegiado, la saturación de cargas laborales que implica la impartición de los programas de estudio, la ausencia de una cadena articulada de apoyo desde las autoridades educativas hasta los tutores así como la falta de capacitación y de materiales educativos.”
Los expertos señalaron que la tutoría debe basarse en la colaboración entre diferentes figuras: tutores-asesores, otros docentes del grupo, orientadores, trabajadores sociales, prefectos y alumnos jefes de grupo.
Tutores, sin formación profesional para cumplir sus tareas
Sin embargo, el estudio señala que un alto porcentaje de tutores del estudio (poco más de la mitad) no tuvieron un curso o taller sobre tutoría, por lo que no están debidamente calificados para desempeñar sus tareas.
Explican que esta carencia en la formación tiene que ver con deficiencias en la organización de los cursos: falta de información sobre los mismos, falta de oportunidad, la asistencia de sólo un representante por plantel, cursos que compiten con los orientados a la asignatura que imparte el profesor.
Por otra parte, los tutores que sí contaron con esta capacitación frecuentemente comentan que los elementos que les brindaron estos cursos no fueron suficientes para afrontar la tarea. Incluso cuando la capacitación resulta ser satisfactoria, no basta por sí misma para afrontar los retos cotidianos que implica la responsabilidad de ser tutor de un grupo de alumnos.
“Ante la nula o deficiente capacitación recibida en espacios institucionales, los profesores afrontan la tutoría poniendo en juego su formación profesional, así como su experiencia previa como docentes”
Alumnos no saben para qué es la tutoría
El análisis revela que algunos tutores provocan confusión en los alumnos por el uso que hacen de la hora asignada a la tutoría.
“A los jóvenes sí les gusta la tutoría, pero no saben decir “para qué” sirve, y en ocasiones piensan que es innecesaria”, afirman los autores.
“A los alumnos les gusta que el tutor proponga temas relacionados con su edad, sus vivencias e intereses, con los cambios que están experimentando como adolescentes, con su cuerpo y con lo que les puede suceder en situaciones de riesgo, temas que les ayudan a socializar, a convivir y a resolver conflictos; a conocer y adaptarse al medio escolar o a entender su medio familiar.
La valoración del espacio de tutoría es positiva en tanto se logre la participación grupal y los alumnos sientan que los escucha no sólo el maestro, sino los compañeros de grupo.” Concluyeron.
Bullying, principal problema entre los jóvenes
Los problemas que enfrentas los jóvónes de entre 11 y 15 años, edad en la que cursan la secundaria, cada día son más alarmantes, según mencionan los expertos.
Entre los problemas más comunes que enfrentan los jóvenes en edad escolar, son acoso, violencia, bullying y discriminación.
Recientemente Cristina Jáuregui, autora del ¡Ya basta! Acabemos con el bullying, señalo que el deshonroso primer lugar de casos de acoso escolar en secundarias en el mundo lo ocupa México, y los agredidos deben saber que sí existe quien los ayude.
“Para nuestra tristeza somos el primer lugar a escala mundial en secundaria. Esto es grave. En la corriente humanista, que es la que yo sigo, se dice que el hombre es bueno por naturaleza, pero sí, definitivamente, hay algo en nosotros, una pulsión que nos hace sobrevivir. Los niños y las niñas nacen con esas ganas de tener cosas. Se jalan los juguetes y a partir de los cuatro años eso cambia social y culturalmente. A los hombres se les pide que no se dejen, que sean fuertes y hasta se les llega a aplaudir si se defienden, si demuestran su hombría”, finaliza.