Lic. Manuel Alberto Navarro Benítez
La emergencia sanitaria ha generado una cantidad de efectos inconmensurables, los cuales aún no han sido analizados por la investigación para conocer los efectos que estos pueden tener sobre las personas en los diferentes ámbitos. En la innovación de la educación, de las principales acciones para enfrentar la pandemia, fue el uso de los medios tecnológicos como alternativa a la educación presencial, sin embargo, las tecnologías de la información y la comunicación en lo general, y las redes sociales por sí mismas en lo particular, presentan diferentes elementos que impactan de una manera específica en los efectos que pueden tener en el aprendizaje, por lo que resulta una temática actual y pertinente, la cual apertura nuevas líneas de investigación hacia el futuro de la innovación. Es así como, dentro del contexto educativo, la ciberdesinhibición afecta según sea canalizado al estudiante y el entorno de este hacia su deterioro o aumento en el aprendizaje a través de medios y redes sociales donde no exista una retroalimentación de facciones instantánea sin un equipo tecnológico de por medio.
¿Qué es la desinhibición?
La desinhibición se comprende por ser la incapacidad de inhibir un comportamiento que se considera inapropiado, lleno de impulsividad, evaluaciones deficientes de diversidad de riesgos y, un alto desprecio por las convenciones sociales de la realidad (Krueger, 2011). Se genera una interferencia con todo aquel comportamiento automático, emociones, impulsos e impide el comportamiento que se dirige a objetivos: retrasar la gratificación y resistir tentaciones (Harnishfeger, 1995; Muraven, 2006; Cohen, 2010). Por tanto, se reduce altamente la posibilidad de conducir en sus generalidades hacia una aceptación social integral como se realizaría en la realidad social de los sujetos (Knutson et al., 2015). Por lo que los efectos negativos de una conducta eventualmente carente de la posibilidad de inhibir aspectos perjudiciales socialmente hablando, impidiendo la atención parcialmente a objetivos escolares en las instrucciones dadas al educando.
Se encontró que el efecto desinhibidor desde un enfoque reflexivo dentro de un ciberespacio, son los comportamientos impulsivos, toma de decisiones irreflexivas, favoreciendo o no la toma de decisión del sujeto (Pérez, 2012; Gassó, 2021). Así mismo, el autocontrol y su teoría dentro de la comunicación en espacios digitales es escasa para todos aquellos sujetos que pragmáticamente tienen una dirección desinhibida de sus impulsos y emociones (Gassó, 2021). Se resalta la importancia en lo que se refiere al aprendizaje, pues puede generar aspectos fundamentales a la hora de una clase que se lleve a cabo por medios tecnológicos, ya que el peso de la atención es muy diferente a como sería en un espacio presencial. Esto advierte la importancia de los nuevos paradigmas tecnológicos y abre pauta para que existan más líneas de investigación para ligar directamente el trastorno desinhibidor al aspecto tecnológico-cibernético de los sujetos.
¿Existe una identificación del perfil expresado?
En caso de encajar en el perfil descrito anteriormente se sugiere una comunicación lo más amplia posible para describir las ideas, debido a que no se encuentran los sujetos presentes cara-cara para recibir una retroalimentación de las facciones del cerebro social para identificar la idea principal (ademanes, paralenguaje) por tanto, brinda mayores ejemplos, utiliza emoticones para expresar tus emociones y logra una mayor empatía entre quienes se comunican.
La información presentada es parte de una investigación y artículo científico en proceso por parte de mi estancia en el Plan Nacional de Posgrado de Calidad por la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Referencias
Cohen, J. & Lieberman, M. (2010). The common neural basis of exerting self-control in multiple domains, in Self Control in Society, Mind, and Brain. Oxford Scholarship.
Gassó, A., y Agustina, J., (2021). Factor humano y prevención del ciberfraude: Análisis del engaño en el ciberespacio desde la perspectiva ambiental y la vulnerabilidad psicológica de la víctima. [Tesis de Doctorado publicada Universidad internacional de Cataluña]
Harnishfeger, K. (1995). The development of cognitive inhibition, in Interference and Inhibition in Cognition. Academic Press.
Krueger, C., Laluz V. & Rosen, H. (2011). Double dissociation in the anatomy of socioemotional disinhibition and executive functioning in dementia. Neuropsychology. 25, 249–259.
Muraven, M., Shmueli, D. & Burkley, E. (2006). Conserving self-control strength. Journal Personality Social Psychology. 91, 524–537
Pérez, M., (2012). El tiempo de la consistencia y la libertad de decisión: bases para una reflexión sobre neurociencia y responsabilidad penal. DOXA. 35, 471-498c