La extinción de los 109 fideicomisos, muchos de ellos relativos a investigación científica, y el anuncio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a las universidades privadas de que ya no cubrirá los estímulos de los académicos integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) “amenazan la posibilidad de que México consolide un aparato de ciencia y tecnología de talla mundial”, señaló Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO, quien participó en el foro sobre el presupuesto federal para Jalisco que reunió a representantes del gobierno estatal y de Guadalajara, del poder judicial, instituciones educativas públicas y privadas, organizaciones civiles y del sector privado.
Luis Arriaga, SJ, destacó que el estímulo que recibían los investigadores de universidades privadas estaba fundamentado en procesos de evaluación igual de rigurosos que a los que se someten quienes pertenecen a instituciones públicas.
“La suspensión del pago es en los hechos un acto de discriminación en razón de su adscripción institucional”, resaltó y agregó que estos cambios podrían “incentivar una fuga de cerebros del estado y del país, así como complicar los procesos de repatriación del talento mexicano formado en el extranjero en un contexto sanitario que ha dejado más que clara la importancia de la ciencia”.
Destacó que a la par del convenio mediante el cual el Conacyt pagaba estímulos a los investigadores, las universidades privadas destinaban un monto equivalente a fondos de investigación, que muchas veces sobrepasaba la inversión del consejo. “Lo más importante es que la innovación tecnológica y los productos científicos financiados con estos recursos, así como la formación de capital humano no eran para beneficio del Conacyt, sino eran para el beneficio del país y particularmente de Jalisco”.
El Rector hizo un llamado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para reconsiderar su posición y detalló que la no renovación de los convenios con las instituciones de educación privada equivale a 1 por ciento del presupuesto total del Conacyt, y afectará a más de 250 investigadores radicados en Jalisco.
“Dicha reducción afectará no sólo a nuestros investigadores sino también a los grupos de redes e instituciones con los que colaboran tanto en México como en el extranjero, afectación que podría tardar décadas en ser subsanada”.
Por último, Luis Arriaga, SJ, se dijo abierto a dialogar con la finalidad de encontrar soluciones de manera conjunta con las autoridades.