Los jóvenes estudiantes de educación superior han abanderado, como no lo hacían desde hace muchos años, la indignación y exigencia de justicia en el país y representan un “reducto de esperanza” para construir una mejor nación, declaró el Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En un comunicado dirigido a la comunidad nacional e internacional, el máximo órgano académico de esa institución destacó la “gran responsabilidad” que tiene la UAM “porque tiene la función de formar jóvenes competentes con valores, realizar investigaciones que contribuyan a resolver los problemas del país, (y) extender y difundir la cultura que preserva nuestra identidad y nos inserta en los valores universales”.
El Colegio Académico “se hermana a las voces que demandan justicia” para los estudiantes muertos y desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, dijeron en su comunicado.
Expresaron, además, su solidaridad con las familias y compañeros de la normal de Ayotzinapa y exigieron la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos, el esclarecimiento de los hechos y que se apliquen las sanciones que en derecho procedan.
“Nuestro país ha experimentado en las últimas décadas cambios sustantivos en sus instituciones, un repunte en la participación ciudadana y el acotamiento de las funciones del Estado. Sin embargo, es necesario reconocer con pesar que continúan reproduciéndose prácticas corporativas, verticales, clientelares, con una violencia creciente y la degradación de instituciones, particularmente aquellas encargadas de ejercer e impartir justicia que han caído en la corrupción y se han coludido con organizaciones criminales, donde la impunidad es una constante”, dijeron los académicos.
Por último, el Colegio Académico exigió a las instituciones del Estado mexicano “el esclarecimiento de las prácticas de impunidad que tanto han lastimado a nuestro país” y exhortó a la sociedad a construir un “nuevo pacto social basado en los principios de pluralidad, tolerancia, justicia y defensa de los derechos humanos”.
Como comunidad universitaria “tenemos una gran responsabilidad para dar paso a una cultura que respete la vida y la paz”, concluyó el Colegio.