Heriberto Prieto*
Antes de que se suspendieran las clases presenciales en las escuelas, a causa del COVID-19, se tomaron acuerdos para continuar trabajando alumnos, padres y profesores con las clases a distancia y de esta forma salvar el ciclo escolar.
Nos encontramos en una situación sin precedente, pero si recordamos otros desastres en algunas poblaciones y regiones del país, en donde se dieron condiciones de inseguridad, incendios, inundaciones y temblores, por las cuales se suspendieron las clases, con la finalidad de garantizar la seguridad de los alumnos. Este antecedente, no tienen nada de parecido a la situación actual, con un confinamiento global. Pero a pesar de ello, las clases no se suspendieron, bajo las condiciones actuales en las que el alumno y los padres están juntos la mayor parte del tiempo.
Los padres a sus hijos no habían tenido que brindar la atención y supervisión a las tareas escolares como ahora, en el que dejarán un antecedente que no tiene referente, por lo que es preocupante su participación en la formación académica de sus hijos.
Ante esto, hay que recordar lo que esperan los padres de sus hijos, que sean respetuosos, responsables, comprometidos y trabajadores, pero para serlo deberán demostrarlo desde casa, en este contexto, esto es educar en valores.
En las circunstancias actuales, los padres y los alumnos están enfrentando un serio problema al no tener conexión a internet o la tecnología para hacerlo, y aún más, de quienes no tienen una televisión y radio. El esfuerzo de profesores de hacerles llegar las tareas escolares a sus alumnos, es realmente sorprendente. Para todos ellos, se buscan soluciones y se trabaja en un horario ampliado. Pero la situación en la que se vive es también la causa del mismo desinterés de los alumnos y padres ante tantas carencias.
Y qué pasa con los alumnos, que tienen los medios y sus padres son indiferentes a acompañarlos o exigirles a sus hijos que se pongan a estudiar, para ponerse al corriente con las tareas que regularizarán el ciclo escolar.
Para ellos hay tres respuestas que dan al preguntarles:
- Estamos confiados, de que no nos harán perder el año.
- Nos condonarán las tareas de las clases remotas y aprobaremos el curso.
- Mientras no contestamos mensajes y no nos registremos en la plataforma, diremos que no tenemos los medios o que el equipo está descompuesto.
Esta son las respuestas que tristemente hablan de la apatía, conformismo y desinterés de los padres por la educación de sus hijos.
A muchos padres de familia y alumnos, no les queda claro, que toda esta discusión por mantener el ciclo escolar vigente y acreditable de los alumnos es para que logren adquirir los aprendizajes esperados, una urgencia del país, a tan malos índices educativos.
Para ellos se tiene que promover desde casa un pensamiento en el humanismo con el cuidado mutuo como forma de expresión de aprender a quererse a uno mismo y cuidar de todos. ¡No basta! es importante fortalecer el respeto mutuo como la forma de externar el reconocimiento a los profesores que con su labor brindan su tiempo, trabajo y conocimiento en favor de los alumnos por ser mejores personas, siendo la única forma de valorarlo, es con hacer lo que les toca hacer.
El ejemplo de cada docente al trabajar para estar en contacto con sus alumnos en un horario y fuera de él, para continuar dando la atención de sus clases es fundamental para motivar a nuestros estudiantes. Pero como dice el dicho “las palabras convencen, el ejemplo arrastra”.
Si bien recordamos que en estos tiempos parecen natural en la sociedad los antivalores. Y estos se permiten en casa y se refuerzan con la aprobación de los padres en la actitud negativa que toman los hijos. A pesar del trabajo duro y esmero del profesor. “El ejemplo del docente empuja pero la educación en casa arrastra y con ella la indiferencia al trabajo”.
Debemos estar solidarizados gobiernos, profesores, padres de familia y alumnos para el cuidado y el respeto mutuo, educando para un presente con un futuro que parece pronosticarse repetibles pandemias.
Lo más importante que terminar un ciclo escolar es concluir la formación de los alumnos en personas educadas con buenos valores desde casa.
*Heriberto Prieto Zamudio es Ingeniero por el Instituto Tecnológico de Puebla, Diplomado en Competencias Docente en el Nivel Medio Superior por la Universidad Iberoamericana de Puebla y Habilidades Docentes por Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Virtual.
Profesor de Bachillerato General y Licenciatura. Analista y Articulista en Temas Sociales, Educativos y Alfabetización Digital.
Administrador del Grupo de Facebook Formadores del Cambio y Cofundador del Proyecto Social Iberoamericano Competencia Digital Cero.
Fanpage de Facebook: @heribertopz21
Twitter: @heribertopz21