En opinión de Peter Scott, profesor de estudios en educación superior de la Universidad de Londres, los cursos abiertos en línea masivos (Moocs por su siglas en inglés), pueden ser vistos de dos maneras: la primera es para engañar a las “masas” en respuesta a los recortes de presupuesto, colegiaturas altas y los rankings internacionales que refuerzan las formas elitistas de educación superior mientras que las oportunidades de entrar a las universidades son cada mes menores.
La segunda manera es que “al abrir los cursos en línea con materiales digitales se reduce la cantidad de maestros sustituyendo la enseñanza cara a cara”. Por décadas los responsables de decisiones políticas, “han intentado aumentar la productividad dentro de las instituciones de educación superior pero no ha podido debido a la resistencia de los estudiantes”, pero opina que estos nuevos sistemas de aprendizaje se pueden vender por el acceso instantáneo a las “estrellas” que en ellos participan como mejores que las lecturas comunes en los centros de estudio.
El concepto de los Moocs es que son subidos a la red donde pueden ser consultados por todos, el Instituto de Tecnología de Massachusetts está acreditado como el primer centro de investigaciones en realizar este tipo de cursos y actualmente algunas grandes compañías de medios de comunicación privados están teniendo curiosidad de entrar en este mundo virtual. Opina que el “tiempo de vida de los Moocs dependerá de si los estudiantes compran este tipo de cursos y si se genera un modelo de negocios atractivo”.
Este tipo de cursos se unen a la “revolución informática” en los sistemas de educación que en su opinión, no han alcanzado los niveles de alcance pensados. Se pregunta ¿por qué las universidades han continuado con sus sistemas tradicionales y por qué la tecnología en las escuelas se a utilizado más para lo que llama “dieta” que para generar una cambio de juego? La respuesta parece ser, según el profesor, “que en el corazón de la mejor enseñanza se encuentra una irreducible incertidumbre, citando a Sócrates, todo lo que sabemos es que no sabemos nada” y puntualiza que la mejor enseñanza es aquella “comunal y reflexiva que permita un diálogo permanente”
El sistema de los Moocs, de alguna manera se unen a la iniciativa del acceso abierto, donde el conocimiento generado en los centros educativos está buscando la manera de ser para todos, democratizando los avances tecnológicos y científicos, que en su opinión irán generando una sociedad más abierta. Finaliza con la idea de que el debate sobre los Moocs debe continuar ya que si entran a un sistema neo-liberar, no sólo serán lo último en “edu-entretenemiento”, además dejando de lado su estatuto como “abiertos”, contribuirán “a la cerrazón de mentes, esperanzas y oportunidades”.
Publicado en The Guardian