Esta parábola atacó mi recuerdo cuando leí en la prensa los sucesos de Acapulco y Morelia en los Foros de consulta ciudadana participativa para la construcción del plan educativo del gobierno que asumirá el 1 de diciembre. En Acapulco, las fuerzas vivas y agresivas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero reventaron el foro programado para el domingo. Las fotos y videos son elocuentes: las sillas volaron por los aires y los destrozos al inmueble fueron serios. Efecto: se suspendió el foro por falta de condiciones.
El jueves anterior, en Michoacán, en un auditorio abarrotado por maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con gritos y amenazas expulsaron al secretario de educación del estado, Alberto Frutis Solís. A pesar de la ausencia de la autoridad local y la falla institucional que eso representa al rasgar la transición de terciopelo, el foro siguió adelante.
Ese mimo día, el secretario de Educación Pública designado, Esteban Moctezuma Barragán, dio alas a los maestros disidentes. Repitió su discurso de víctimas y en nombre del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, expresó: “Por eso reiteramos, nunca más una reforma educativa sin la participación de las maestras y los maestros de México, porque la reforma educativa, además de impositiva, se sustentó en una injusta campaña de desprestigio contra las maestras y maestros de México” (El Universal, 4/10/2018).
Después del foro, EMB ofreció una entrevista a la prensa y ratificó que se escucharán todas las voces, pero los hechos lo contradicen. En esos foros, los maestros disidentes llevan la mano; incluso, en Oaxaca, los líderes de la Sección 22 ya anunciaron que en su estado no permitirán la presencia de docentes de la Sección 59 ni del sindicato independiente. Acaso osen prohibir la presencia del funcionariado del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y hasta del mismo gobernador del estado. En otras entidades tienen prioridad las voces conocidas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que, sin el discurso pendenciero de la CNTE, también busca regresar por sus fueros.
A fe mía que algo anda flojo en esos foros y en la oratoria del futuro secretario. Considera a la Reforma Educativa como un todo negativo, no hay juicios serenos sobre haberes y débitos; nada más compró las consignas de la CNTE que seguirán exigiendo todo y excluyendo a otros actores.
Antes de ser jefe de los diputados morenistas, Mario Delgado le dio alas a Elba Esther Gordillo. Tras la conferencia de la señora Gordillo del 20 de agosto, Delgado declaró: “Si Elba quiere participar en foros educativos, será bienvenida (como todos)”. Tal vez hoy los líderes de Morena y los conductores de la Consulta no refrenden la invitación. Provocaría el enojo de la CNTE, pondrían en riesgo la realización de la conferencia y pudiera desatarse la violencia.
Lo que más me extraña es que, de antemano, el gobierno que obtuvo el voto mayoritario, incluido el de muchos padres de familia que apoyan la reforma del gobierno que está por fenecer, otorgue de antemano ganancias a líderes disidentes que se significan por echar a perder cualquier proceso de educación en los territorios donde son fuerzas dominantes. Aun sin las alas, ya amenazaban con retomar los privilegios de los que disfrutaban; hoy están envalentonados: el discurso oficial ratifica lo que siempre dijeron.
EMB lamentó los hechos de Acapulco. Sin embargo, “no van a impedir que continúen realizándose y se logre un acuerdo para todos”. Lo dudo, ya están marcados por la exclusión de voces independientes y de actores ajenos al magisterio.
RETAZOS
En la fábula de la abuela, el gusanito no se resignó a dormir ni se metió al capullo, se secó y fue alimento para los pajaritos. Me temo que la CNTE no se meterá a la cápsula, pero sí volará, ¡para la mala fortuna de la educación nacional!