La información que llega a la opinión pública a través de los medios, es ambigua. Una de las primeras notas es la declaración del secretario Chuayffet de que la prueba ENLACE, “está en veremos” (El Universal, junio 10, 2013: http://buff.ly/1e1CGWC) o “podría desaparecer” (Ibídem y La Jornada, junio 11, 2013: http://buff.ly/1fJNXS0) y dejaría de aplicarse a partir de 2014 (Proceso, julio 18. 2013; http://buff.ly/1e1CMxn); pero que en todo caso la decisión dependería del INEE (Ibídem). Este lenguaje contrasta con la supuesta declaración del secretario Chuayffet en enero 11 pasado cuando resaltó lo siguiente: “Yo dije que la SEP dejaría de hacer la prueba ENLACE, no que se dejaba de aplicar… al INEE le toca definir los criterios de evaluación” (EducacionFutura, enero 10, 2014: http://buff.ly/1fJO3cu).
La respuesta oficial del INEE en su comunicado de prensa 14 (diciembre 19, 2013: http://buff.ly/1e1Dx9x) no deja claro quién realmente tiene la autoridad sobre ENLACE cuando sostiene que es la SEP la que “diseña y aplica” dicha prueba, y que “La SEP [no el INEE] manifestó que no se aplicaría la prueba ENLACE en 2014.” Además, “El INEE [sin decir nombres] ha conformado un equipo de expertos nacionales e internacionales que analiza con rigor la validez técnica (…) tanto de la prueba ENLACE como de la prueba Excale”. Y en el mismo comunicado sostiene que “la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación informan a la opinión pública que, para el año 2014(:) 1. La prueba ENLACE Básica no será aplicada. 2. La prueba ENLACE en Educación Media Superior será aplicada por la Secretaría en el último grado de este tipo educativo.” Por tanto, ENLACE no está cancelado del todo.
Conocemos la opinión de Eduardo Backhoff, uno de los Consejeros de la Junta, quizá el más técnico en estadística de la educación: “ENALCE se corrompió” (Reforma, enero 15, 2014), y es una opinión compartida por muchos académicos y maestros, pero su opinión no es la de la Junta; así que tenemos que esperar a que el estudio encargado por el INEE esté terminado en marzo (INEE, Tweet, 5.18 pm, enero 22, 2014).
Dos puntos saltan a colación en materia de política pública y de la política de la política de evaluación educativa: 1) ¿si el INEE ahora es un instituto de expertos, para qué tiene que contratar a expertos para que le digan qué hacer? Por cierto, encabeza el grupo de esos 10 expertos el fundador del INEE (Reforma http://buff.ly/1fJObbT, enero 10, 2014) ex-director y ex–jefe de varios de los consejeros actuales; lo que ciertamente marca una política de grupos en el control del INEE. 2) ¿Cómo es posible que el INEE despliegue en su propia papelería y portal institucional un documento que involucra a la SEP como parte de la decisión de autoridad? En mis tiempos de abogado si dos instituciones publicaban una decisión, ambas la firmaban o la desplegaban simultáneamente en sus medios o mecanismos de información. Los tiempos cambian, o quizá fue un error jurídico del INEE.
Tanto la SEP como el INEE deben de estar conscientes de que existe un intenso debate en el mundo sobre la confiabilidad y, por tanto, viabilidad de las pruebas estandarizadas censales, con fines educativos. La publicación de los datos de PISA 2012, ha desatado un fuerte debate entre la OCDE y académicos de varias partes del mundo, donde destaca un profesor de Harvard e investigador de la famosa Brookings Institution de Washington DC (http://buff.ly/1e1DBGs, enero 8, 2014) sobre la manipulación de la información de PISA respecto de China, en concreto, Shanghái.
La misma revista Forbes, una especie de meca empresarial (mundo desde donde supuestamente provienen las presiones para este tipo de pruebas estandarizadas censales) acaba de publicar un artículo (enero 6, 2014) (http://buff.ly/1e1DIBT) que cuestiona la capacidad de PISA para medir la buena educación al relatar los resultados de un estudio que muestra una impresionante relación inversa entre puntos PISA y percepciones de “emprendedurismo”. Es decir, entre más alto el resultado en PISA más baja la capacidad empresarial de los países.
Por supuesto que debe existir evaluación educativa. Pero, en el mejor de los casos ¡ENLACE debe cambiar! Debe dejar de ser: censal para todo el país; obligatorio como si fuera un culto; de alto impacto como si fuera verdadero; y, sobre todo, obsesivo. Ni en los Estados Unidos de América epítome de la medición y evaluación, existe una prueba censal nacional. Y la resistencia a este tipo de estandarización no sólo es fuerte sino que gana terreno en EEUU y el mundo. México tiene el riesgo de ser anacrónico antes de tiempo, lo cual es un pleonasmo, aún con un INEE y una SEP repletos de expertos. ¡La política mata a los expertos!
* El autor es profesor-investigador visitante de la Escuela Steinhardt de la Universidad de Nueva York, y autor del libro: “Teachers’ perspectives on Finnish school education: Creating learning environments”. SPRINGER, Switzerland, 2014.