Derek Ávila*
Allá por los años noventa, mencionaba el destacado político mexicano, Luis Donaldo Colosio Murrieta, que “el mundo no nos fue heredado por nuestros padres, nos fue prestado por nuestros hijos”.
En ese mismo sentido, y con una gran fidelidad a la cultura del esfuerzo, al sonorense se le abrieron las oportunidades de estudiar, de especializarse, de participar en la vida pública de México y hasta de encabezar una candidatura a la presidencia de la república.
En efecto, gracias a ser creyente de la cultura del esfuerzo y no del privilegio, como él mencionaba, resultó acreedor a una beca para estudiar Economía en el Tecnológico de Monterrey, cosa que le cambió la vida. El resto es historia.
Tomándolo como modelo, yo también me atrevo a decir que una beca me cambió la vida. Más precisamente, la beca “Jóvenes en Acción”, que otorgan en conjunto los gobiernos de México y Estados Unidos.
Como su nombre lo dice, el objetivo de esta iniciativa es formar jóvenes comprometidos con la sociedad mexicana y que tengan potencial para ser agentes de cambio y encabezar el futuro del país. Esto se logra por medio de la realización de proyectos sociales diseñados en equipos, para ser implementados en sus escuelas preparatorias y después estudiar, procesar y analizar los resultados, aplicando diversas metodologías.
Sin embargo, antes de materializar sus ideas, los beneficiarios de esta beca experimentan un viaje a distintas partes de los Estados Unidos, para desarrollar y fortalecer las llamadas “soft skills”: liderazgo, motivación, trabajo en equipo, responsabilidad, resolución de problemas, entre otras. De esta manera, reciben la capacitación y las habilidades adecuadas para poder implementar su proyecto una vez que hayan regresado a sus comunidades.
Los jóvenes que estén interesados en postularse para recibir esta beca deben formar un equipo con otros compañeros de su escuela y diseñar un proyecto social, que deberá atacar una problemática que persista en su comunidad, y que será implementado en caso de ser acreedores de esta beca.
Los seleccionados se concentran en la Ciudad de México para iniciar su travesía. Posterior a recibir la orientación esencial y adecuada para emprender la aventura, los alumnos ganadores viajan durante 3 semanas a distintas ciudades de los Estados Unidos, con el objetivo de experimentar de primera mano la cultura de nuestro vecino del norte y traer con ellos de regreso las mejores ideas para responder a las demandas de nuestra nación.
Mientras están allá, son capacitados en los temas relacionados a su proyecto, que pueden ir desde la resolución de conflictos, el aprendizaje del idioma inglés, la convivencia social pacífica a través del arte, la educación financiera, entre muchos otros.
Así mismo, los becarios participan en actividades de integración social, trabajo en equipo, emprendimiento, lluvias de ideas y los llamados “icebreakers” con el objetivo de conectar mejor con sus compañeros y así permitir que el trabajo en equipo y el plan de trabajo para materializar sus proyectos fluya sin problemas.
Al regresar a México, y a la par del inicio del nuevo ciclo escolar, los jóvenes en acción arrancan con la implementación de sus proyectos en sus respectivas comunidades. Radix Education, el socio implementador de la Embajada de Estados Unidos en México, se encarga de supervisar y asesorar al equipo acerca de los avances que llevan de su proyecto.
Aunque el viaje a los Estados Unidos es solo durante el verano, los becarios adquieren el compromiso de implementar su proyecto durante todo el ciclo escolar posterior a su regreso, es decir, durante casi un año calendario.
Al concluir ese periodo, los jóvenes en acción, ahora próximos a ser egresados, viajan de nuevo a la Ciudad de México para asistir a la ceremonia de clausura, donde presentan los resultados finales de su proyecto a funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México, el Departamento de Estado y la Secretaría de Educación Pública. Es finalmente en este punto cuando los ahora egresados están lo suficientemente preparados para ser líderes sociales en potencia y agentes de cambio para responder a las exigencias de nuestro país.
Como lo mencioné con el personal de Radix Education en la ceremonia de clausura de mayo pasado, creo firmemente en que Jóvenes en Acción es un semillero de agentes de cambio: de aquí egresan los próximos hombres y mujeres que defenderán los intereses superiores de nuestra nación y que lucharán por traer más democracia, más justicia y más prosperidad a todos los mexicanos.
Eso es, a final de cuentas, el compromiso que adquirimos con México, y lo vamos a cumplir.
Acerca del autor
Derek Ávila es egresado del programa Jóvenes en Acción de la Embajada de Estados Unidos en México. Además, se desempeñó como Consejero Alumno ante el H. Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cree de manera firme que la educación es el único instrumento verdadero para lograr la movilidad social igualitaria, para construir el país que todos queremos.
Referencias
Mexico, U. M. T. (2023, 28 abril). Jóvenes en Acción – Embajada y consulados de Estados Unidos en México. Embajada y Consulados de Estados Unidos En México. https://mx.usembassy.gov/es/jovenes-en-accion/
Gobierno de México. (s. f.). gob.mx. https://www.gob.mx/tramites/ficha/jovenes-en-accion/SEP2087
Jóvenes en Acción | Fomento Educacional A.C. (s. f.). https://fomentoeducacionalac.mx/es/courses/jovenes-en-accion/