Michelle Gutiérrez Aceves*
¿Eres consciente de qué pasa en tu cuerpo cuando estás abierto o abierta al aprendizaje? ¿Entrenar tu consciencia corporal aportaría cambios favorables en tu vida y aprendizaje?
En este texto, comparto la genuina importancia de entrenar voluntariamente la “consciencia interoceptiva”, que en otras palabras es aprender a percatarse de los diferentes procesos corporales y afectivos involucrados en el aprendizaje (González-Grandón, 2020, p. 119-120)
Nuevos paradigmas resultado de diversas y prometedoras investigaciones, reconocen ampliamente que la cognición humana (facultad que facilita el aprendizaje) representa una maravillosa experiencia que no se suscita de manera aislada. Somos seres que sentimos antes de ser seres que pensamos (Ibarrola, 2021) Las emociones representan un regalo para la supervivencia, venimos a este mundo con ellas alojadas en nuestro “equipaje genético” (Ibarrola, 2021); surgen y se procesan en el cerebro, pero también se sienten en vivo y en directo.
Afinar con voluntad tu capacidad de “atención corporal” reporta múltiples beneficios, al respecto ¿para qué te serviría reconocer tus melodías corporales, sensaciones y afectos en un momento dado? Nadie experimenta y aprende en cuerpo y cabeza ajena.
Por fortuna, los grandes avances contemporáneos y de colaboración multidisciplinaria en materia de educación, propiciaron el desarrollo de una propuesta denominada “Cognición 4e” (Gelder y Port 1995; Clark y Grush 1999), que por sus siglas en inglés embodied (corporizada), enactive (enactiva), extended (extendida) y embedded (embebida), apuesta para que se atienda con todos los sentidos y respetuosamente al cuerpo, mediante un conocimiento corporizado-encarnado de sus diferentes y sublimes procesos, que como resultado dirijan acciones y orienten la toma de decisiones que coadyuven favorablemente a la cotidianidad y el aprendizaje.
Se aprende de adentro hacia afuera. El cuerpo, su sabiduría y el registro energético de la experiencia de aprendizaje saben cómo hacerlo y activarán ese recurso encarnado (aprendizaje) cuando los desafíos de la vida lo hagan necesario (Adaptación Fernández, 2011)
Emoción y aprendizaje se interrelacionan, sin duda se necesitan. ¿Qué cambios físicos percibes en tu cuerpo cuando algo te asombra? La huella de un aprendizaje relevante o con significado es el recuerdo de cómo te hizo sentir, de cómo se manifestó en tu cuerpo y cómo se dio el encuentro afectivo con éste, las emociones y sensaciones que lo facilitaron.
Nunca es tarde para mejorar nuestra valiosa conexión corporal (con apoyo de la interocepción), como muchos otros autores apuesto por la exaltación y generación de cuerpos conscientes y en armonía; el aprendizaje no sólo surge, también se “siente”.
¡Por la consciencia de nuestra existencia!
Referencias:
Aprendemos Juntos 2030 (2021). Educar para sentir. Recuperado de: https://youtu.be/SW9yNpGYXoM
González-Grandón, X. (2021). Cuerpos conscientes y afectos regulados: la interocepción en la educación socioemocional. En Revista Internacional de Educación Socioemocional y Bienestar, Volumen 1, No. 2, pp. 101-124
*Pedagoga y Especialista en Educación Socioemocional que le invita a darle una oportunidad a la Somática, a la generación de cuerpos conscientes y a no perder la capacidad de asombro.