La iniciativa Institute-wide Task Force on the Future of MIT Education, puesta en marcha por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), pretende imaginar cómo será el MIT en 2020, y a qué entorno socio-educativo deberá dar respuesta.
Recientemente, el MIT publicó su informe final, en el que habla de un enfoque educativo más global, una oferta más flexible y modular, y una mayor apertura a la experimentación de nuevas fórmulas de aprendizaje.
Leo Rafael Reif, presidente del MIT, presentó dicho informe en una carta dirigida a la comunidad universitaria, prometiendo que marcará “el comienzo de un nuevo y apasionante período de experimentación educativa” en su institución: “Los últimos años han reforzado la evidencia creciente de que la educación superior se encuentra ante una encrucijada. (…) Como con cualquier otra tecnología disruptiva, los MOOCs [acrónimo en inglés de Massive Open Online Course] han levantado entusiasmo en muchos sectores y escepticismo en otros. Sin embargo, es indiscutible que el aumento de los costos de la educación, junto al potencial transformador del eLearning, representa un reto a largo plazo que ninguna universidad puede permitirse el reto de ignorar”.
En el MIT, agregó Reif, se ha elegido afrontar este reto evaluando el modelo educativo que ha funcionado a la institución durante tanto tiempo (…) “Estamos experimentando con ideas destinadas a mejorar la educación que ofrecemos a nuestros estudiantes, así como para bajar las barreras de acceso que existen para alumnos de todo el mundo.” En su informe final, el grupo de trabajo ha estructurado sus 16 recomendaciones en torno a cuatro temas:
- Sentar las bases para el futuro mediante la creación de una Iniciativa de Innovación Educativa (“un ecosistema que promueva conexiones educativas”, “un espacio para la realización de los experimentos previstos por el grupo de trabajo”).
- Dicha Iniciativa deberá emprender una transformación pedagógica, apostando por lo que denominan como ‘experimentos audaces’: “esto es esencial para garantizar la posición de liderazgo del MIT en un momento de cambio disruptivo”. Entre las sugerencias genéricas que se realizan en este campo estarían la mezcla de aprendizaje tradicional y online, la introducción de una mayor modularidad para el plan de estudios, y nuevos enfoques en lo relativo a evaluación de estudiantes.
- Extender el impacto educativo del MIT a profesores y alumnos más allá de su propio campus: “Cada vez más empleadores se centran en evaluar la certificación de competencias de los potenciales empleados en lugar de confiar en su título oficial”.
- Permitir la evolución de la educación del MIT mediante la puesta en marcha de nuevas fuentes de ingresos (se mencionan específicamente las licencias tecnológicas y el capital riesgo), y desarrollando nuevos espacios de apoyo al aprendizaje en el MIT.