Las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Gobernación, están dispuestos a mantener un diálogo “abierto y transparente” con el magisterio disidente, siempre y cuando sea para hablar sobre la implementación de la reforma educativa, señaló Aurelio Nuño, titular de la SEP.
Al presidir la reunión de integrantes de Órganos Nacionales de Gobierno Sindical y Secretarios Generales Seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Nuño reconoció el trabajo de los maestros, considerando esta profesión como “una de las más nobles del país”.
Con la implementación conjunta de la reforma educativa, mejoraremos la calidad de vida de millones de niñas y niños del país.
Ante el Presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, a quien reconoció como un líder fuerte, cercano a los maestros, Aurelio Nuño pidió trabajar desde su espacio en la mejora educativa, respaldando, dese esa secretaría, el trabajo de los docentes.
Mi mayor reconocimiento y quiero reiterar el ofrecimiento a que caminemos y trabajemos juntos. Si bien ambos tenemos nuestras responsabilidades muy claras, las tenemos que afrontar juntos. Tenemos que caminar juntos, hombro con hombro, codo con codo y juntos por el bienestar de las niñas y niños de México, para lograr el objetivo de su vocación y liderazgo, y es nuestra responsabilidad como autoridad educativa, llevar a la práctica el derecho a una educación de calidad. Cada quien en sus tareas.
Reiteró que tiene el compromiso de recorrer el país a fin de “platicar con maestras y maestros para conocer sus principales inquietudes y necesidades”.
La Reforma Educativa tiene como principio poner a la escuela y a los alumnos en el centro del sistema educativo.
Por su parte, Juan Díaz de la Torre, señaló que todos los maestros del país tienen el compromiso indeclinable de respaldar y ayudar a implantar correctamente la reforma. Agregó que desde el SNTE se compromete a respaldar las reformas estructurales impulsadas por Enrique Peña Nieto, hasta que éstas logren sus objetivos planteados.
Hemos empeñado todas nuestras capacidades institucionales para que la coyuntura no frene el proceso transformador, porque el desarrollo de la nación no puede ser rehén de la conflictividad política y social de minorías que por encima de los causes legales intenten detener el avance del país.