Jesús Andriano*
Con la finalidad de transformar y reformular el sentido de la actual reforma educativa, la administración del gobierno federal electo, estableció como alternativa realizar diferentes foros de consulta por todo el territorio nacional. El propósito es concreto, conocer de voz de los actores educativos (padres, alumnos y docentes) las condiciones, necesidades y propuestas para mejorar la educación. La estrategia se puso en marcha y la tarea de escuchar a los involucrados es hasta el momento el estandarte de la nueva política, donde todos los interesados aportan desde diferentes perspectivas sus propuestas educativas, solo con la finalidad de que las ideas sean escuchadas y sirvan de manifiesto para argumentar un cambio sustantivo en el sistema educativo.
El deseo o la intención de comunicar no es suficiente, hablar suele considerarse una actividad fácil y delicada que puede contribuir a una buena intención de participación social; escuchar es complejo y por lo tanto comprometedor, implica estar atento a lo que se emite y por lo tanto consciente a la pluralidad de ideas; escuchar es involucrarse en lo que el otro desea transmitir y asumir un nivel de maduración para evitar una mala interlocución.
La intención de reformar la reforma educativa escuchando y atendiendo a todos, satisface la propuesta de una política de estado, pero sobre todo la necesidad de una sociedad ansiosa por ser atendida para resarcir los malos resultados, que durante décadas arroja la educación en los sistemas de evaluación internacional. Reformar para mejorar no solo se trata de los buenos resultados en las evaluaciones; las escuelas en México necesitan tener las condiciones para el desarrollo de las acciones que se desean emprender y uno de los retos para México, es la optimización de la distribución de recursos y asegurar que las estructuras y programas que son financiados sean diseñados para que los usen eficazmente las escuelas. (OCDE, 2010)
Las ventajas de una política de escuchar, apuntan a una democracia participativa, cuyo modelo facilita a la ciudadanía la capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas. Sin embargo es sabido que la politización de las masas, es un fenómeno del sistema que tiende a incrementarse y en consecuencia a convertirse en una fuerza que influye para la elaboración de proyectos emergentes, que en la mayoría de los casos se reduce en acciones temporales para remediar un problema educativo generacional.
Silvia Duschatzky, desde la visión investigadora en su libro Política de la escucha en la escuela, aborda diferentes constructos teóricos que ayudan a realizar la tarea de escuchar, menciona que hay una política de la escucha, cada vez que nuestro pensamiento se hace de una nueva idea y transforma lo que sabe; señala que se hace política de la escucha a partir de la construcción de un entramado de ideas que se trabajan en el entorno escolar, volviendo cada vez más viva la escuela y por lo tanto participativa por todos los involucrados; ante dicho planteamiento parece ser que el entramado de ideas que se vierten en los distintos foros, tiene como objetivo hacer sentir al otro que es escuchado y asumir desde el plano político que se va deshaciendo lo realizado, reconstruyendo el pasado y procesando nuevos horizontes llenos de incertidumbre para el futuro.
Si bien los foros se están instituyendo como una forma de discutir y plantear las necesidades educativas en diferentes contextos, es la escuela una sociedad que tiene que evolucionar de acuerdo a las demandas de una reforma y no por el hecho de que se transforme o reforme una ley, las necesidades y características del sistema educativo se van a erradicar. La escuela es una institución social que, por su naturaleza, sus funciones y estructura cumple como ninguna otra con objetivos políticos. Es de reconocer que independientemente de las propuestas que surjan de los diferentes foros, el sistema educativo es reflejo fiel de la política e ideología de los grupos gobernantes o de los partidos políticos en el poder, afirma Francisco Gutiérrez en su libro, Educación como praxis política.
*Profesor investigador de la Escuela Normal de Tecámac. Colaborador de Voces Normalistas. Miembro de la RED RECREA
Referencias
Duschatzky, S. (2017). Politica de la escucha en la escuela. Buenos Aires: Paidós.
Gutiérrez, F. (1994). Educación como praxis política. México : Siglo veintiuno editores.
OCDE. (2010). Mejorar las escuelas: estrategias para la acción en México. Paris: OCDE.