Uno de los temas más importantes y que causaron mayor discusión y controversia, durante el año 2015, fue la aplicación de la reforma educativa y los procesos de evaluación docente.
En este marco, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, se realizó el 3 y 4 de septiembre del 2015, la mesa de análisis denominada La educación hoy: un diálogo fundado en el saber, donde expertos, académicos y analistas en materia educativa, debatieron las implicaciones de la reforma y sus alcances.
Alberto Arnaut, académico de El Colegio de México, fue uno de los más críticos con la reforma educativa, señaló que “los maestros están hasta el gorro, ya no soportan más evaluaciones, para usar la jerga neoliberal, las evaluaciones están obesas, se les pasó la mano, ha llegado el momento de adelgazarlas”
Consideró que lo mejor sería que los recursos que se usan en la evaluación se destinarán a la formación de los maestros, porque “es absurdo que se dedique más a evaluación que a la formación”.
Por su parte, el especialista Ángel Díaz Barriga consideró que en México, después de los exámenes, no se pregunta ¿qué vamos a hacer? A nivel del sistema, no solo en cuanto a la aplicación del examen mismo.
Al inaugurar el encuentro académico, Hugo Casanova, organizador del mismo, resaltó que “la educación es el punto de encuentro de todas las posiciones e ideologías. Así, la educación expresa al presente y, sobre todo, construye el futuro del todo social”.
Mientras tanto, Pedro Flores Crespo consideró que las evaluaciones educativas las debemos replantear. Muchas voces están en contra de las pruebas estandarizadas, e incluso, las califican como injustas, sin embargo, estas pruebas demuestran las verdaderas desventajas en la que se encuentran los sectores educativos más vulnerables.
Aurora Loyo, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales afirmó que los parámetros con los que se mide y evalúa la calidad educativa, responden a lineamientos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la prueba PISA, los cuales abren la “caja de pandora” para exhibir los bajos niveles educativos en nuestro país.
Finalmente, Manuel Gil Antón, director académico de Educación Futura, pidió tomar en cuenta al magisterio para la evaluación y la reforma educativa, pues es parte fundamental, tiene una voz y una propuesta sobre la misma.
El especialista consideró que se realizó un mal diagnóstico de los males del sistema educativo. Desde su perspectiva, todas las acciones que se han emprendido –como la entrega de tabletas y computadoras, la cárcel a Gordillo y la derrota de la Sección 22, entre otras–, “generan una percepción social de que esta ocurriendo algo muy importante en la educación”.