Dirigentes de la CNTE aseguraron que los más 12 mil docentes de los estados de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas que serían convocados, próximamente, a una segunda evaluación ‘‘no acudirán’’.
Según publica La Jornada, los dirigentes aseguraron que ‘‘no asistiremos pese a la campaña de hostigamiento y persecución administrativa que se ha desatado contra nuestro compañeros’’.
Enrique Enríquez Ibarra, dirigente de la sección 9 de la Ciudad de México, destacó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ‘‘no tiene claridad en sus resultados. Las notificaciones nos han dejado de llegar y nos parece que quieren mantener una campaña de hostigamiento’’.
La CNTE, dijo, está lista para resistir en el terreno jurídico ante el cese de los profesores, y agregó que el llamado a todo el magisterio disidente es a la unidad y a mantener la organización en cada sector, región y sección sindical.
Informó que este 5 marzo se convocó a una asamblea nacional representativa para analizar los resultados de la evaluación del desempeño y determinar las acciones que seguirán en los estados y en la capital del país.
Despidos ilegales, arbitarios y violatorios de los derechos humanos y laborales
En tanto, dirigentes sindicales de Oaxaca, Estado de México, Guerrero y Chiapas afirmaron que pese al anuncio de despido de 3 mil 360 docentes, “no vamos a dejar de resistir ante la imposición de la reforma educativa, que no es más que una transformación total de nuestras condiciones de trabajo que trastoca conquistas que demandaron décadas de lucha del magisterio disidente’’.
Agregaron que buscarán todas las vías jurídicas para echar abajo los despidos que calificaron de ‘‘ilegales, arbitarios y violatorios de los derechos humanos y laborales de miles de maestros que por muchos años han laborado con su mejor esfuerzo en escuelas que carecen hasta de lo indispensable’’.
Insistieron en que no se oponían a la evaluación, “sino a un mecanismo punitivo que, como hoy comprobamos, busca desaparecer la seguridad en el empleo, lo que es un derecho de todo trabajador con plaza de base, y se nos deja inmersos en un esquema que nos mantiene en una zozobra permanente sobre si tendremos o no trabajo el año que entra’’, aseguró Pedro Ramírez Vázquez, del Estado de México.