Los rankings internacionales “se limitan a medir parámetros que pueden cuantificarse, sin considerar que las universidades latinoamericanas cumplen la función primordial de formar profesionales” aseguró Roberto Rodríguez Gómez, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Acotó que “las universidades públicas, son esenciales para el desarrollo social y tecnológico, con aportaciones cruciales a los sistemas de salud, impartición de justicia o a la infraestructura de distintos territorios”.
En conferencia de prensa, Héctor Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM, explicó que los rankings internacionales ofrecen una visión parcial del quehacer de las universidades y privilegian la investigación en áreas específicas.
Para evaluar el desempeño de una universidad, es indispensable conocer sus objetivos, la dimensión de problemas que atiende para valorar sus aportaciones con un enfoque integral. Las mediciones e instrumentos tienen sesgos que favorecen a las de países que invierten más en educación superior, innovación y tecnología, recalcó en el auditorio de la Casa de las Humanidades.
En tanto, Imanol Ordorika Sacristán, director General de Evaluación Institucional de la UNAM, planteó que no sirven para evaluar la calidad de las instituciones de educación superior en el mundo. Están enfocados a medir la circulación e impacto internacional de la investigación que se produce en las instituciones, rubro con escasa o nula relación con otras tareas sustantivas que emprenden.
A su vez, Humberto Muñoz García, coordinador del Seminario de Educación Superior (SES) de la UNAM, sostuvo que se utilizan para establecer jerarquías entre las universidades y estimular la competencia entre éstas, respecto a un modelo único al que deben orientarse, delineado en parámetros específicos.
Mediciones e instrumentos como el Academic Ranking of World Universities, Quacquarelli Symonds, World University Rankings, Higher Education Evaluation and Acreditation Council, SCImago Institutions Rankings, Times Higher Education o Webometrics, entre otros, tienen problemas metodológicos, un enfoque limitado a la circulación de la investigación, un sesgo que favorece a un modelo de universidad e idioma de la producción científica y una orientación comercial, puntualizaron los universitarios.