El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo Estratégico en Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recuperar temas coyunturales y estructurales en relación con la agenda educativa vigente
Edgar Pérez Ríos
Facultad de Idiomas, UABJO
Red Temática de Investigación en Educación Rural
Los pueblos indígenas históricamente han llevado a cabo procesos educativos complejos, que implican tiempos, espacios y agentes determinados en función de lo que explícita o implícitamente se desea enseñar y aprender; a eso se le conoce como educación comunitaria o educación comunal, puesto que todos esos procesos se realizan de manera autónoma, comunitaria, sin la intervención de agentes externos, salvo en casos específicos.
Estos procesos educativos han permanecido sin ningún tipo de reconocimiento oficial e incluso, muchas veces, ni siquiera se les reconoce como algo educativo. En antropología, por ejemplo, suele denominárseles “transmisión cultural”, desdibujando, así, toda la fuerza política y organizativa que implican los procesos educativos. La propia investigación educativa ha puesto poca atención en estas dinámicas; basta mirar los estados del conocimiento que cada década se coordinan desde el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (Comie) para constatar esta información.
Por esta razón, el 20 de abril de 2020 fue un día histórico para los pueblos indígenas en general y, en particular, para los pueblos indígenas de Oaxaca, ya que en esa fecha se publicó la Ley Orgánica que funda la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO) (Periódico Oficial, 2020). Quizá lo más importante de la Ley fue el carácter autónomo que se le concedió a la UACO, ya que dicha autonomía significaba reconocer y respaldar procesos educativos propios, los mismos que por siglos habían sido desdeñados por las instituciones educativas.
La autonomía, en este contexto, representaba no sólo reconocer que en nuestras comunidades existen procesos educativos orientados a diversas áreas del conocimiento, sino que, además, dichos procesos tendrían la equivalencia como estudios superiores y de posgrado. Es decir, se facultaba a la UACO para validar dinámicas educativas comunitarias, como la defensa del territorio, del agua, de los bosques y muchas otras de relevancia comunitaria; con ello, se podría acceder a un título de licenciatura o maestría, al mismo tiempo que seguir impulsando luchas de resistencia contra intereses socioeconómicos externos, muchas veces expresados en la figura del Estado.
Lo anterior era algo extraordinario, porque el Estado habría accedido a validar un proyecto educativo comunal, cuyos objetivos tienen que ver directamente con una resistencia a las dinámicas nocivas que el propio Estado históricamente había instaurado en las comunidades, por ejemplo, el proyecto castellanizador a través de las escuelas, las concesiones para proyectos extractivistas o la imposición de formas de gobierno a través de partidos políticos.
El carácter autónomo y comunal de la UACO parecía fortalecerse a principios de 2023, cuando se llevaron a cabo diversos foros de consulta en los 16 Centros Universitarios Comunales ubicados a lo largo y ancho del estado. En estos foros confluyeron, en Asamblea, autoridades municipales y comunales, comuneros, comuneras, jóvenes y los representes del Estado, es decir, diputadas y diputados, así como facilitadores y estudiantes de la universidad. Ahí se refrendó el papel de la UACO y su importancia para vida comunal; se le veía como una puerta para el acceso justo a una educación superior a partir de la educación propia de nuestros pueblos.
La forma de organización de la UACO, al interior de las comunidades, reflejaba la diversidad cultural, epistémica y lingüística de los pueblos indígenas, ya que los espacios, tiempos y actores educativos se determina de acuerdo con las necesidades de cada lugar. Las licenciaturas y maestrías, a través de sus planes de estudio, se enfocaban a la formación crítica de los jóvenes, con perspectiva y compromiso comunal.
Sin embargo, todo este logro comunitario y comunal se encuentra actualmente en la incertidumbre ante la nueva Ley de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, publicado el 24 de febrero de 2024 (Periódico Oficial, 2024), mediante la cual la UACO pierde el carácter autonómico al integrar a diferentes miembros de la estructura del gobierno estatal y federal, además de que ahora la universidad queda en manos de la titular de la Secretaría de Educación Pública.
¿Qué significa perder la autonomía? Como comencé explicando en este artículo, al perder la autonomía se regresa a un contexto donde la educación comunal y/o comunitaria en manos de nuestros pueblos, vuelven a ser procesos sin reconocimiento ni fomento oficial; claro, si se quiere tenerlo, entonces se deberá alinear a lo que establezca el Estado, quien se mantendrá vigilante, atento y, en su caso, aceptar o no, los procesos educativos que se propongan desde las comunidades, sin mencionar el papel jurídico que fungirán el rector, el consejo académico, facilitadores y demás figuras educativas de la UACO, situación que merece un análisis particular.
Por ahora decidí escribir en tiempo pasado lo que era la UACO antes de la nueva ley de 2024. Aún no hay certeza sobre los posibles cambios que en materia académica puedan ocurrir; lo que sí es un hecho es que los procesos educativos comunitarios, cuya lógica siempre ha sido autónoma, ya no tienen cabida en una universidad bajo el control estatal, pensar que no es así sería contradictorio, pues cuando se habla de autonomía de nuestras comunidades, se alude a una contraposición con el Estado.
Al perder la autonomía, quizá sólo ganamos una cosa: la certeza de que nuestros pueblos nunca pondrán sus procesos educativos comunales en manos del Estado. Por eso nuestras Asambleas de comuneros se hacen a puerta cerrada, se usan las lenguas originarias y se habla en “clave comunal”; por eso año tras año ingresan nuevos jóvenes al sistema de cargos, porque la autonomía que más urge mantener es la que tenemos al interior de nuestras propias comunidades.
Referencias
Periódico Oficial del Estado de Oaxaca (20 de abril de 2020). https://www.periodicooficial.oaxaca.gob.mx/files/2020/04/EXT-DEC1201-1494-2020-04-20.pdf
Periódico Oficial del Estado de Oaxaca (24 de febrero de 2024). http://www.periodicooficial.oaxaca.gob.mx/files/2024/02/SEC08-05TA-2024-02-24.pdf