¿Qué pasa en Oaxaca, qué está pasando en México? ¿Cómo reorientar un proyecto educativo desde abajo y para todos y todas?
Aquí estoy sentado, tratando de entender lo que pasa, tratando de encontrar un hilo racional para poder comprender una mínima lógica coherente a los recientes acontecimientos. El fin de semana anterior el municipio de Nochixtlán en Oaxaca ha sido objeto de un brutal acto de provocación y de violencia, la reforma educativa se pretende imponer a través de las balas y los policías en la calle. Pero y por qué en Oaxaca, pero y por qué en una comunidad indígena.
Parece que el gobierno no aprende o no quiere aprender de sus propios errores del pasado. Oaxaca es el icono de la disidencia magisterial, la sección 22 fue la primera que rompió y derrotó al charrísimo sindical, desde el tiempo de Carlos Jonguitud, pasando por Elba Esther Gordillo y ahora, a Oaxaca se le utiliza para mandar un mensaje al país, “la reforma educativa–laboral–política–privatizadora– se impone con balas sin razones y a la fuerza”.
No es sencillo encontrar una explicación racional al actual clima de violencia y provocación en contra del magisterio disidente y de algunos sectores del pueblo, estos hechos nos recuerdan el 2 de octubre de 1968, el 10 de junio de 1971, y más recientemente a Acteal, Aguas Blancas Ayotzinapa, el desprestigio de Enrique Peña Nieto crece con los acontecimientos citados, que parece se salen de su control presidencial. Quiero aventurar dos hipótesis:
- Hipótesis 1. La provocación y el clima de violencia forma parte del fuego amigo del partido en el poder, la aspiración desmedida por ganar la postulación a la candidatura para ser presidente de este país puede más que muchas cosas, hace ver enemigos hasta en las filas del mismo partido en el que se milita. A Nuño Mayer lo han “chamaqueado” y antes él ha sido profundamente incapaz de sacar adelante un proyecto descaradamente antipopular y anti educativo. El mensaje también es para él, su respuesta es que no tiene respuestas ha quedado paralizado, mudo, desplazado de los márgenes de maniobra política. Todo lo que sucede es producto de su propia hechura. Hoy paga desde adentro de la crisis de poder a la que tanto deseó.
- Hipótesis 2. Hay personajes al interior de los círculos del gobierno que están sumamente nerviosos, porque ha fracasado su propuesta estratégica de reforma laboral disfrazada de educativa. Se trataba de mandar un mensaje a la disidencia pero dicho mensaje fue desmedido y se les salió de control. En ello como evidencia tenemos que las versiones son contradictorias no hay nadie en el seno de gobierno que coherentemente pueda explicar los hechos.
Ante todo ello los medios se han encargado como sucede casi siempre de distorsionar las cosas, “que fueron los docentes los que provocaron”, “que los de la CNTE están divididos”, “que están utilizando a los padres de familia para continuar con la flojera y no trabajar”.
Así las cosas lo que creo está en el fondo es la disputa es el afloramiento de dos proyectos educativos que esconden dos proyectos de país y de desarrollo social y educativo. Después de los acontecimientos de Oaxaca el gobierno pierde lo poco que le quedaba de autoridad moral para llamar a un pacto y pedir el apoyo a su tramposa propuesta de reforma educativa. Hoy las fuerzas verdaderamente democráticas debemos aprovechar la coyuntura para hacer avanzar un proyecto educativo de cara a la sociedad a sus necesidades más sentidas, hoy es el comienzo para trazar las líneas de una reforma educativa que amalgame los logros del pasado con los desafíos del futuro en un presente turbulento y lleno de muchos intereses y oportunismos de todos lados.
Escribo estas líneas en el momento en que la Secretaría de Gobernación y la CNTE se sentarán a dialogar. Para la CNTE es una oportunidad de oro para hacer avanzar sus demandas educativas y también políticas, que cese el clima de provocación y de violencia, que liberen a todos los presos que se suspenda el clima de provocación, etc.
Hoy estamos ante una oportunidad deseada de comenzar a escribir las líneas de una reforma que favorezca a los educadores, a los niños y niñas de México, por una reforma que camine sin el garrote en la mano.
Aquí sentado sigo pensando que nuestro país no merece este tipo de afrentas pero que también nosotros hemos hecho demasiado poco para evitarlas. Que lo de Oaxaca no se repita nunca.