Miguel Ángel Pérez Reynoso
En nuestra tradición cultural se acostumbra enunciar deseos para el año que inicia. Son ejemplos recurrentes: hacer una dieta, bajar de peso, hacer ejercicio, ponerse a leer, disminuir el uso y abuso de los dispositivos electrónicos, etc. La zarandeada que nos ha dado el año 2020 que por fin terminó, ha dado lugar a muy poco margen para pensar a futuro, cuando el pasado nos atrapó con amenazas de contagio e infecciones. Es por ello que desde el sentido común el deseo por preservar la salud y evitar los riesgos sea la prioridad número uno.
En educación el presente año 2021 que recién ha iniciado se moverá, a partir de tres grandes ejes los cuales correrán en paralelo a lo largo del mismo.
- La aspiración de crear un modelo mixto o híbrido que permita continuar con la atención educativa para este periodo y que sirva para contrarrestar las secuelas de la pandemia. Será la propuesta de gobierno de Aprender en casa III y junto a ello se ha podido verificar que muchos docentes en servicio no desean, ni pueden regresar a las aulas para el trabajo presencial. Tenemos un sistema educativo el cual es atendido por una plantilla de docentes en su mayoría envejecida y con diversos riesgos de salud. En una proyección que la misma SEP ha hecho con autoridades del sector salud; reconocen que cerca del 70% del personal docente de todo el sistema educativo nacional (incluyendo todos los niveles y modalidades) tienen algún riesgo que les impedirá regresar en el corto plaza para establecer atención educativa directa con los alumnos a su cargo. La cifra es alarmante ya que no se cuenta en el corto plazo con una estrategia para el relevo generacional.
- El segundo eje tiene que ver con el despliegue que realizará la nueva titular de la SEP en el país. A ella le tocará corregir las inconsistencias en la atención educativa bajo un contexto de pandemia y encontrar junto con ello alternativas creativas e imaginativas para dejar satisfechos a los diversos actores del sistema. Para la gestión de Delfina Gómez que iniciará formalmente en estos primeros días del mes de enero, se espera que sea capaz de combinar la política con la pedagogía. La agenda de temas pendientes que le hereda su antecesor es larga y compleja y deberá aprender a desahogar los asuntos prioritarios sobre la base del diálogo y el consenso. Sobre todo, lo que tiene que ver con el sindicalismo magisterial y la legitimidad de la propuesta estratégica de gobernó en educación la llamada Nueva Escuela Mexicana.
- Y de ahí se desprende el tercer eje de las proyecciones educativas para este año. El gobierno de López Obrador va a entrar a la mitad de su administración. La propuesta educativa que enarbola su gobierno ni es clara, ni tampoco está legitimada. Y eso es una prioridad que deberá atender durante este año. Además, el año 2021 será un año político llamado de elecciones intermedias, entones la disputa política servirá para aderezar el proyecto y las acciones educativas.
Se espera un año movido, dinámico; en donde la pandemia por COVID deberá ir a la baja y poco a poco surgirán nuevas estrategias y alternativas de atención educativa.
El deseo latente de muchos de nosotros, es que el año 2021 sea un mejor año, en comparación con muchos de los anteriores.