Miles de estudiantes salieron este jueves a las calles de París para exigir el retorno de dos alumnos indocumentados expulsados del país, en una decisión que dividió al gobierno del presidente socialista François Hollande, a quien preguntan dónde están los valores de izquierda
.
La protesta estalló luego de la detención, el 9 de octubre, de Leonarda Dibrani, gitana de 15 años que fue expulsada a Kosovo, y la deportación previa de Khashik Kashatryan, joven armenio de 19 años matriculado en esta capital; ambos llevaban años viviendo y asistiendo a escuelas en Francia.
Algunos estudiantes levantaron barricadas y se enfrentaron con la policía, que lanzó gas lacrimógeno, pero la mayor parte protestó de forma pacífica. También exigieron en las paradas de autobuses la renuncia del ministro del Interior, Manuel Valls, a quien se responsabiliza de la injusta
medida contra sus compañeros.
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