No conozco la propuesta, pero di seguimiento a los foros de consulta nacional para la revisión del modelo educativo y he leído porciones anchas de las piezas oratorias del secretario Nuño (espero que la de hoy no sea luenga ni improvisada). Haré un ejercicio en imaginación; el habla de este artículo es conjetural.
Percibo que la SEP circulará un documento donde dará a conocer el propósito central de la propuesta —más allá de la disertación sobre la calidad— enfocado a los cambios prácticos en el hacer de los docentes y las escuelas. Entreveo que expresará con cierta claridad las tradiciones magisteriales que quiere fortalecer y las prácticas escolares que desearía desterrar. Acaso pinte de color de rosa (aunque sin exageración) el contexto en que camina la reforma.
A fe mía que no debemos tener expectativas altas sobre el contenido de dicha propuesta. No será la varita mágica que resuelva los problemas de la mala educación, ni el paso definitivo de la Reforma Educativa. Tampoco un mero paliativo, contendrá —pienso— tramas serias de mejoría en el currículo. No hablará de estándares (ya es una mala palabra), pero sí de perfiles y parámetros.
El discurso oficial pondrá énfasis en el cambio y, quizá, dirigirá al magisterio palabras edificantes, nada de despidos ni sanciones. La retórica será de aliento, la cara amable de la reforma.
La SEP tal vez no manifieste, o quizá sí, que con esta propuesta trata de responder a las voces que dicen que la reforma no es educativa, nada más laboral y administrativa. Expresará que con un currículo renovado (no que sea nuevo por completo), materiales y textos modernos, programas y proyectos nacientes, la SEP dará pasos firmes para elevar la calidad de la educación.
También insistirá en que los docentes son el alma de la reforma y que habrá anchos programas de actualización. Hablará de la sociedad del conocimiento, tecnologías de la información y la comunicación; acaso trate de rescatar un soplo humanista, al mismo tiempo que insista en preparar a los mexicanos para vivir en un mundo en cambio vertiginoso; quizás hable de ciudadanía global.
Es casi seguro que el alegato de la escuela al centro estará presente en la propuesta; lo mismo que autonomía de gestión escolar y participación de los padres de familia. Por supuesto, tratará de los consejos de participación social y mencionará a las autoridades de los estados. Pero el acento estará en la reforma curricular.
Pienso que la propuesta de la SEP pondrá énfasis en el aprendizaje de los alumnos, en una enseñanza vivificada; atacará al memorismo y hará una crítica al conductismo. A lo mejor, aunque no estoy muy seguro de ello, le bajará el tono al modelo basado en competencias (que es una actualización sofisticada del conductismo).
Supongo que por ello planteará cambios en la pedagogía y la didáctica; y elogiará al constructivismo, a las nuevas corrientes dentro de esa filosofía del conocimiento, que es la fuente de inspiración de los países que tienen buena educación. Allá han sabido ponerla en práctica. Tal vez proponga una transición hacia la construcción de capacidades (que autores como Amartya Sen y Martha Nussbaum formulan como la alternativa constructivista y humanista).
El contexto político de estos días es viscoso. No importa qué diga la propuesta de la SEP, los opositores a la reforma embestirán contra ella. Entre los académicos habrá quien la estudie, pero los maestros disidentes la descartaron de antemano. Quizá los abanderados de las organizaciones civiles también le pongan un ojo crítico, pero porque no va hasta donde ellos quisieran.
No me hago ilusiones, pero le concedo el beneficio de la duda. Quizá la propuesta del secretario Nuño presente guías para la acción y el cambio no se quede en el camino. Haré juicios firmes cuando lea con detenimiento el proyecto de la SEP.
RETAZOS
Escribo esta nota el martes por la tarde, antes de que terminen las negociaciones en la Secretaría de Gobernación. Intuyo que la CNTE insistirá en la abrogación de la reforma y en vetar al secretario Nuño como interlocutor. Espero equivocarme, pero no habrá distensión.