Investigadores de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, consideran que es necesario autorizar el uso de la marihuana en estudios científicos, con el fin de conocer los efectos de esta sustancia en los seres humanos.
Óscar Galicia Castillo y María Elena Chávez Hernández, académico y alumna del Doctorado en Investigación Psicológica de esa casa de estudios, advirtieron que como en la actualidad es un delito utilizar la marihuana en investigaciones científicas, sus efectos se conocen, básicamente, por anécdotas de algunos de sus consumidores en Estados Unidos, los cuales mencionan que la canabis funciona como analgésico, antiinflamatorio, anticarcinógeno, anticonvulsivo, ansiolítico, etcétera.
Al no haberse realizado estudios directos con protocolos estandarizados se desconoce qué tipo de canabinoide (la marihuana tiene alrededor de 70) y a qué dosis, produce efectos nocivos específicos, como reducción de la atención y el aprendizaje, pérdida de la memoria o disminución de los reflejos; cuánto tiempo dura esa afectación y qué tan profunda es.
En este sentido, señalan, se debe conocer, con base en evidencia científica, cuáles son sus efectos; y a partir de esa información sobre los riegos sociales y a la salud de su consumo el Estado tendría que hacer campañas de prevención y abrir centros de tratamiento que cuenten con especialistas en rehabilitación de adictos a la marihuana.
A pesar de las restricciones, los investigadores pondrán en marcha el proyecto “Influencia del sistema canabinoide endógeno en la corteza prefrontal y la corteza parietal de la rata en la ejecución de una tarea atentiva”.
Explican que trabajarán con anandamida, un canobinoide de efectos similares a la marihuana, la cual es la hormona que desata todos sus efectos: “queremos ver cómo esta sustancia afecta el desempeño de una tarea de atención”.
La fase experimental, señalan, consistirá en enseñarle a un grupo de ratas a distinguir entre un sonido corto y uno largo. Una vez que sepan hacer esa diferencia se les presentarán estímulos nuevos de diferentes segundos, para que aprendan a poner atención al sonido y distingan el timbre corto y el largo del resto.
Logrado lo anterior se suministrará a las ratas la anandamida para ver qué sucede con su capacidad de atención; que a priori, tendría que verse disminuida por el efecto del canabinoide.
Finalmente, indican que a futuro podrían llevarse a cabo otras investigaciones sobre la aplicación medicinal de la marihuana, siempre y cuando pudieran aislar sus canabinoides.