El mundo académico y de la investigación educativa necesitan someterse a un riguroso análisis sobre su estado en México y los procesos de trabajo, con el fin de mejorar la calidad y mayores frutos en los resultados que beneficien la educación en el país. Esto concluyeron expertos en la mesa de debate “Sujetos de la educación” en el marco del desarrollo del XII Congreso Nacional de Investigación Educativa.
Bajo esta premisa, Patricia Covarrubias Papahui, doctora en Pedagogía y miembro de la Asociación Mexicana de Comportamiento y Salud, indicó que la profesionalización docente incluye un serio desmenuzamiento del significado de ser parte del magisterio, así, expuso, podremos identificar los puntos a fortalecer en la labor educativa.
Añadió que las actividades intelectuales representan una gran responsabilidad que va más allá de las tareas en el aula. “El rol fundamental del académico, dijo, incluye la tarea de formar y seleccionar a los otros profesionistas, realizar investigación y colaborar en el gobierno de las instituciones en las que labora.”
Agregó que en este contexto, las políticas educativas de mayor impacto han surgido de un modelo de planeación del desarrollo en el que los componentes centrales son la definición de objetivos, la asignación de recursos y el establecimiento de procesos de evaluación.
Rezago educativo, antesala de la crisis social
Por su parte, Laura Elena Padilla González, profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México recalcó la necesidad de reconocer a los investigadores, académicos, profesores normalistas e intelectuales al servicio de la educación, como entes políticos activos y participantes de los distintos procesos democráticos del país.
Solicitó a las autoridades educativas a reconocer la gran pluralidad que este gremio representa. Señaló que se deben establecer nuevas formas de comunicación y retroalimentación entre gobierno y educacadores, pues no puede imaginarse un avance educativo si no existe la verdadera participación de los afectados.
Finalmente, coincideron en que existe un ambiente de inconformidad con las condiciones de trabajo de los profesores, especialmente en comunidades alejadas de las grandes ciudades, donde si no se atiende con urgencia las necesidades de cobertura básica, caeremos en un profundo rezago social.