“Transitar hacia paradigmas que tengan implicaciones directas en el desarrollo integral del bachiller requiere por un lado de una ruta formativa específica, así como de la apertura y fortalecimiento de espacios para el encuentro con los iguales, de tal suerte que esto permita mejorar y hacer de las propias prácticas educativas procesos de calidad en la formación integral”, expuso la maestra Cano María del Rosario Valverde al participar en los foros de consulta, región 4, el cual se celebró en Pachuca, Hidalgo.
En su ponencia, la maestra plantea que “nos enfrentamos ante un sistema educativo que funciona entre rituales, ceremonias, repeticiones de textos, memorización, normas disciplinarias, castigos, evaluaciones y mediciones, se constituye en un sistema nada atractivo para quien ve el mundo lleno de colores, ruidos, movimientos, y sobre todo, ve la realidad de la práctica educativa del docente de manera satírica, trágica y humorística: se ríe y se aburre de las clases”, señala.
“En la construcción de saberes y competencias, abogamos por un profesor que sea: 1) Organizador de una pedagogía constructivista, 2) Garante del sentido de los saberes, 3) Creador de situaciones de aprendizaje, 4) Gestionador de la heterogeneidad, y 5) Regulador de los procesos y de los caminos de la formación”, expuso la docente María del Rosario Valverde.
“Docentes y directivos se enfrentan así en la cotidianeidad con la necesidad de transformar su práctica educativa por las características propias del mundo contemporáneo por un lado y por las características propias de los nuevos ciudadanos a formarse; sin embargo los elementos que tienen a sus alcance siempre son insuficientes en una realidad postmoderna, cuando hablamos de procesos educativos no bastan las “buenas” intenciones se requiere acompañamiento constante en procesos de formación continua”, señaló la docente Valverde.
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