La equidad como ruta para la calidad
En la primera semana de agosto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) dieron a conocer los resultados de la prueba PLANEA del nivel medio superior, que se aplicó en marzo a todos los estudiantes del último grado del bachillerato en el país. En dichos resultados, el Estado de Puebla aparece en el primer lugar nacional en aprovechamiento escolar, producto de haber alcanzado el 1er. lugar en la prueba de Comunicación y el 2º lugar en la de Matemáticas.
Es la primera vez que el Estado obtiene la primera posición en este tipo de pruebas estandarizadas desde que éstas se comenzaron a aplicar en México en los años noventa. En 2010, año previo al inicio de la presente administración estatal, Puebla se ubicó en la posición 23 en Comunicación y 24 en Matemáticas en la prueba ENLACE.
¿Qué pudo ocurrir para que en 4 años se revirtiera el panorama académico del modo en que lo ha hecho? Más de uno considerará la posibilidad de que se trate de un error al saber de los elevados niveles de pobreza, dispersión geográfica y población indígena en el Estado. La buena noticia es que se trata de un avance explicable y replicable, resultado de una mejora gradual y sostenida (desde 2013 Puebla ya aparecía entre los 10 primeros lugares) en la que la coordinación institucional, el talento estratégico, el trabajo duro y el seguimiento riguroso tuvieron un papel fundamental. Todo lo anterior en un contexto de apoyo político, traducido en el nombramiento de perfiles preponderantemente académicos en los puestos directivos de las instituciones (es el caso de quienes han fungido como titulares de los principales subsistemas de educación media superior en el Estado: Álvaro Álvarez (Bachilleratos estatales), José Antonio Gómez (Cobaep), Francisco Flores (Conalep) y Norberto Cervantes (CECyTE)) y en la libertad de acción. Los recursos financieros, en cambio, fueron los mismos con los que ha contado tradicionalmente el Estado.
Los cimientos: cuadros sólidos y articulación
Cualquier intento por elevar la calidad de un sistema educativo comienza con la concurrencia de voluntades. Al iniciar la administración en 2011, el entonces Secretario de Educación de Puebla, Luis Maldonado, optó por perfiles preponderantemente académicos para encabezar las instituciones de educación media superior del Estado y les acercó asesores especializados. Por su parte Jorge Cruz, Subsecretario de Educación Media Superior quien tenía a su cargo la coordinación de este equipo (posteriormente, Jorge Cruz fungió como Secretario de Educación Pública de Puebla, hasta antes de ser nombrado Encargado del Despacho de la Secretaría General de Gobierno del Estado), logró construir un ambiente de trabajo que ofrecía libertad y apoyo a las decisiones de carácter académico, a la vez que se mantenía el orden administrativo y el manejo político del subsistema.
En estas circunstancias fue posible integrar a todas las instituciones públicas que imparten educación media superior en el Estado a la Comisión Estatal de Planeación y Programación de la Educación Media Superior (CEPPEMS). Inicialmente ésta se comenzó a reunir hacia finales de 2011 para efectuar los trabajos de coordinación y preparación con miras a la aplicación de la evaluación PISA 2012, que ocurrió en marzo de ese año. Sin embargo, los participantes coincidieron en que había un gran número de temas de interés común que podían tratarse por medio de la Comisión, por lo que se decidió que ésta continuara sus reuniones. La integración parece un paso sencillo, pero se trata de crear una relación de colaboración y confianza entre los organismos participantes: aun cuando la Comisión se reunía cada 7 o 15 días, algunos miembros tardaron meses en integrarse realmente.
La estrategia: acciones pertinentes y focalización
Las reuniones de CEPPEMS requerían de un contenido de interés para todos, como lo había sido la prueba PISA que los convocó originalmente. Por ello se definieron objetivos comunes y líneas de trabajo específicas que derivaron en la conformación de mesas técnicas de asuntos como cobertura, formación docente, abandono escolar, evaluación, control escolar, reforma educativa y relación con la educación básica, entre otras. Cada mesa trabajaba sus asuntos en la semana, para presentar sus resultados en las reuniones plenarias. El equipo asesor (Conformado por Antonio Argüelles y el que escribe, por parte de Proyecto Educativo SC), al que se integró Patricia Vázquez como Secretaria técnica de la Comisión (actualmente Patricia Vázquez funge como Encargada del Despacho de la Secretaría de Educación Pública de Puebla), participábamos en la mayoría de reuniones técnicas y en todas las plenarias para asegurar la alineación de las acciones a la estrategia y establecer altas expectativas de trabajo.
En 2013, a poco más de dos años de iniciar la administración, la prueba ENLACE arrojó los primeros datos reveladores de que todos los esfuerzos estaban generando un cambio importante en el Estado: Puebla apareció entonces como 8º lugar nacional en Matemáticas y 3º en Español. Sin embargo, prevalecía la preocupación por los altos porcentajes de alumnos en el nivel de Insuficiente.
Una estrategia que se comenzó a aplicar para atender las desigualdades existentes entre los planteles públicos, fue el apoyo académico por parte de las instituciones mejor dotadas a aquellas con mayores carencias, principalmente los bachilleratos estatales. De entre los más de 800 planteles de bachilleratos estatales, se seleccionaron los 100 con resultados más bajos en ENLACE 2013, siempre y cuando tuvieran al menos 100 alumnos para buscar un mayor impacto de los apoyos. Los planteles focalizados recibieron capacitación docente, tutorías y acompañamiento por parte tanto de la propia Secretaría como de las otras instituciones estatales: Colegio de Bachilleres del Estado de Puebla (COBAEP), Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica de Puebla (CONALEP) y el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Puebla (CECyTE). Si bien entonces algunos suponían que este apoyo afectaría a las instituciones otorgantes, los resultados muestran que también estas resultaron beneficiadas de manera importante. A partir de entonces, cada año se renueva la lista con base en los resultados de ENLACE ―hoy PLANEA― para asegurar la inclusión de los planteles que más lo necesitan.
A finales de 2013, la Subsecretaría de Educación Media Superior se fusionó con la de Educación Básica para conformar la Subsecretaría de Educación Obligatoria (SEO), con lo que los funcionarios responsables del nivel de secundaria se integraron a los trabajos que se venían realizando. El equipo asesor amplió también su acción a todos los niveles de la educación básica. De ahí que la experiencia del nivel medio superior se reflejara en el diseño del Programa de Atención Intensiva (PAI) para educación básica que solicitó y obtuvo recursos federales para atender a las 500 escuelas con mayor reto académico: 100 preescolares, 200 primarias y 200 secundarias. A estas escuelas se les brindaría capacitación docente, siempre enfocada al Español y las Matemáticas; formación a sus directores y supervisores; tutorías a los estudiantes de 2º grado de primaria y orientación académica a los padres de familia: mucho de ello lo habíamos aprendido y ensayado en la experiencia del nivel medio superior.
En la próxima entrega comentaremos sobre el reforzamiento de la estrategia, sus resultados y las conclusiones de todo ello.
Director General de Proyecto Educativo SC
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