Titulares de dos de las instancias que agrupan a instituciones que desarrollan conocimiento científico en México manifestaron que la iniciativa de ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, presentada el pasado 8 de febrero, debe ser discutida y comentada ampliamente por la comunidad de cada ámbito.
En el XXII Seminario de Economía, Ciencia y Tecnología “Desafíos y perspectivas para el sexenio 2019-2024”, en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Antonio del Río, director del Instituto de Energías Renovables (IER), hizo un llamado para que desde esas comunidades se promueva una ley en concordancia con la visión de cada una.
“La propuesta, que se encuentra en el Senado de la República, no concuerda con la expuesta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2024”, comentó.
En el auditorio Ricardo Torres Gaitán del IIEc, José Luis Morán López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), resaltó que el documento presentado no fue consensuado, y no pertenece a la Comisión de Ciencia y Tecnología de dicha cámara.
Deben tomarse en cuenta algunos puntos para obtener una buena legislación, como la estrategia de planeación a mediano y largo plazos, a fin de evitar que cada sexenio se reinventen programas, situación “desastrosa para la continuidad y los beneficios obtenidos”.
El integrante del Comité de Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas del Consejo Consultivo de Ciencias recordó que en el tercer debate presidencial, el actual jefe del Ejecutivo ofreció alcanzar el 1 por ciento del PIB para ese ámbito, o hacer un “aumento en términos reales”, cuando recibió, el pasado 22 de agosto, el documento “Hacia la Consolidación y Desarrollo de Políticas Públicas en Ciencia, Tecnología e Innovación. Objetivo estratégico para una política de Estado 2018-2024”, en el Palacio de Minería.
“Eso se incumplió y es la primera vez que un gobierno inicia con un decremento en el Ramo 38 (Ciencia y Tecnología), exactamente 12 por ciento menos de lo que se tenía”, precisó.
El presidente de la AMC detalló que en programas como “Cátedras Conacyt para Jóvenes Investigadores”, que apoya a académicos de hasta 43 años de edad, en el caso de las mujeres, y de 40 años, en hombres, hay incertidumbre porque aunque se mantiene, no crecerá. Las limitaciones también alcanzaron a los Centros Mexicanos de Innovación en Energía.
Discutir y comentar
El proyecto legislativo, presentado el pasado 8 de febrero, busca reemplazar la actual Ley de Ciencia y Tecnología vigente, expedida en 2002 y que ha sido modificada en varias ocasiones, la última hace cuatro años. De la misma forma la propuesta presentada, modifica, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, dijo Julia Tagüeña, coordinadora general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
“Aunque los científicos trabajamos con las leyes de la naturaleza y no tanto con las leyes humanas, es importante que esta iniciativa sea discutida y comentada por nuestra comunidad. Sólo hay que recordar que en México existen 0.9 investigadores por cada mil habitantes de la población económicamente activa (PEA), por lo que escucharlos es crucial”, afirmó.
Actualmente, concluyó, “tenemos una ley federal y varias estatales de ciencia, y ahora se pretende contar con una general que implica ser aprobada también por las diversas entidades de la República. Los próximos días serán importantes para que seamos escuchados”.