Artemio A. Cortez Ochoa*
Es común encontrar a la profesión docente en medio de un doble discurso: uno que nos ubica como factores de cambio y mejora de la sociedad y otro que señala que debemos ser controlados y rendir cuentas de nuestro desempeño (Sørensen, 2017). Desafortunadamente, a los maestros se nos suele ver como objetos a cambiar, más que como sujetos copartícipes del cambio (Gil Antón, 2016; Isoré, 2009).
Si bien es cierto que una preocupación fundamental entre los maestros asignados a la Evaluación del Desempeño Docente en cualquiera de las convocatorias hasta ahora presentadas, es mantener su empleo (Martínez Rizo, 2016), resulta relevante revisar si esta política de evaluación es adecuada para identificar las áreas de mejora de los docentes. De ello depende el éxito o fracaso de las opciones de desarrollo profesional que se han prometido al magisterio mexicano. El asunto, por tanto, no deja de ser problemático. Hasta la fecha, no parece haber un replanteamiento de fondo a la evaluación docente, ni siquiera tomando en cuenta los cambios hechos en la convocatoria para el año 2017, de modo que seguir cuestionando a esta política no debe abandonarse, ni dejarse al destino de las próximas elecciones presidenciales.
Surgen entonces varias preguntas, ¿Cómo estar seguros de que la evaluación del desempeño docente lleva a cabo un diagnóstico acertado de las áreas de oportunidad del docente? Y, por tanto, ¿cómo saber si las opciones de Desarrollo Profesional en las que se ubica a los docentes contribuirán a la mejora de su práctica? ¿Qué procede hacer si un docente considera que sus áreas de mejora son distintas a las que le indica su reporte individual de resultados?
En este contexto, hago la más atenta invitación a los compañeros docentes de nivel primaria a que compartan sus perspectivas acerca de la Evaluación del Desempeño Docente, así como de las opciones de profesionalización para la mejora de su práctica a través de una encuesta nacional que podrán visitar en la siguiente liga.
Esta encuesta es anónima y confidencial.
De antemano muchas gracias por compartir sus perspectivas.
[Video invitación] https://bristol-2.wistia.com/medias/awy8exjl2u
[Link a la encuesta] https://gsoe.onlinesurveys.ac.uk/encuesta-nacional-primaria
*Candidato a Doctorado en Educación. Universidad de Bristol, Inglaterra. artemio.cortezochoa@bristol.ac.uk cortez@evaluacioneducativa.org www.evaluacioneducativa.org
Referencias
Gil Antón, M. (2016, March 1). La reforma educativa: el fin de un prejuicio. Opinión. Mexico City. Retrieved from http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/manuel-gil-anton/nacion/2016/03/1/la-reforma-educativa-el-fin-de-un
Isoré, M. (2009). Teacher Evaluation: Current Practices in OECD Countries and a Literature Review (No. 23). Education Working Papers.
Martínez Rizo, F. (2016). La evaluación de docentes de educación básica. Una revisión de la experiencia internacional. Mexico: INEE.
Sørensen, T. B. (2017). Teacher appraisal and feedback: the practical argumentation of the OECD, the world bank, and the european commission. En AERA Annual Meeting 2017 (pp. 1–27). San Antonio, Texas.