El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 27 de noviembre del 2015 y adquiere vigencia a partir del 01 de enero del 2016. De acuerdo al sistema de información Legislativa, el PEF es un documento jurídico, contable y de política económica que debe ser aprobado por la cámara de diputados, a iniciativa del presidente de la república.
Según la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, en México el DOF se remite a más tardar el 8 de septiembre de cada año a la cámara de diputados para ser aprobado con fecha límite el 15 de noviembre y publicarse en el Diario Oficial de la Federación a más tardar 20 días naturales después de ser aprobado.
En este tenor, a finales del año pasado se comentó del ajuste a diversas dependencias y programas como resultado de escenarios adversos, particularmente la caída en el precio del petróleo a niveles históricos. De acuerdo a algunos medios se pronosticaba para educación un ajuste al gasto de varios millones de pesos. En una cuestión comparativa se decía que el PEF del 2015 había destinado como presupuesto total de la educación pública 305 mil millones de pesos y se calculaba que el monto para el 2016 sería de 299 mil millones de pesos.
De acuerdo al PEF del 2016, en efecto, hubo un recorte considerando que el gasto destinado a educación pública es de 302 mil millones de pesos. Sin duda este recorte le pegará a varios programas y contratación de personal. Ejemplo, en el PEF (ver Anexo 7) ¡no se plantean cifras para la creación de plazas!, sólo incremento a las percepciones y otras medidas de carácter económico, laboral y contingente en el rubro de, previsiones salariales y económicas.
¿Pero la cifra del ajuste es baja o alta con respecto al presupuesto en educación? Para darnos una idea. La cifra es alta si consideramos que el recorte de poco más de 3 mil millones de pesos equivaldría al financiamiento anual de varias universidades públicas y programas, o el financiamiento a programa de Apoyos para la Atención a Problemas Estructurales de las Universidades Públicas de los Estados, UPES (el cual está asignado por 2 mil 7 millones de pesos). En contraparte, la cifra es baja, si consideramos que se pensaba que el recorte a la educación pública sería aún mayor. Pero este es sólo un consuelo.
¿Qué hay en el caso del financiamiento público a educación superior, ciencia y tecnología? Nuevamente, para el 2015 el financiamiento para educación superior era de alrededor de 120 mil millones de pesos. Ahora, para el año 2016 la cifra es de 114 mil millones de pesos. Al menos eso aparece en el PEF (Anexo 17) en el grueso del financiamiento que se destina a las erogaciones para el desarrollo de los jóvenes.
Las erogaciones para educación superior, pueden matizarse, sobre todo si se consideran otros 1, 856 millones de pesos para el posgrado (el cual incluye investigación científica y desarrollo tecnológico, programa nacional de becas y susidios para organismos descentralizados). De todos modos, la cifra de las erogaciones para educación superior y posgrado, no alcanzan las cifras que se habían dado un año anterior. El pronóstico en este sentido se cumplió, “las universidades públicas verán mermado su gasto en 4 mil millones de pesos” (La Jornada, 10 de septiembre del 2015, nota de Arturo Sánchez y Roberto Garduño).
Respecto al financiamiento a la ciencia, la tecnología y la investigación, el DOF nos muestra que hay varias dependencias que reciben recursos por esta actividad. Particularmente en el caso del CONACYT, en el 2014 el financiamiento a esta dependencia fue de 32 mil millones y para el 2015 la cantidad fue de 37 mil millones de pesos (La Jornada, 11 de febrero del 2015, nota de Emir Olivares). Para el 2016, la cifra es de 34 mil millones de pesos a los cuales habría que sumarle la cantidad de 3,900 millones de pesos por ingresos propios del CONACYT. En suma, la cifra llega a una cantidad de poco más de 37 mil millones de pesos.
Pese a esta cifra alentadora y pese a juicios de algunos que consideran que los programas más fuertes, como el de becas o el Sistema Nacional de Investigadores, no tendrán impacto, dado que los recortes y ajustes se harán al gasto corriente. De todos modos, es seguro que varios proyectos y programas van a tener ajustes o desaparecerán.
Twitter: @cesar_garcia131
Coordinador de la Maestría en Educación, Universidad Marista de Querétaro.