En el cúmulo de opiniones, críticas y calificativos, generados por el conflicto magisterial se deja de lado la discusión principal acerca del tipo de escuela que se requiere para reducir el rezago educativo del país.
La Coordinadora de Trabajadores de la Educación dio a conocer en 2013 un documento titulado “Hacia la educación que necesitamos los mexicanos“donde se resume su propuesta de modelo educativo. Me gustaría destacar dos ideas centrales de este documento: i) el significado de autonomía de las escuelas y ii) el modelo de evaluación. Estos son también los aspectos centrales de la Reforma Educativa de 2013. En ese orden se tendrían que discutir esos dos aspectos pero el foco de atención, de la autoridad educativa y la CNTE, está centrado en las condiciones laborales de docente y directivos.
En este artículo trataré sobre la autonomía de las escuelas y en una segunda entrega consideraré el modelo de evaluación.
El documento de la CNTE señala:
“…debemos comenzar a discutir cómo vamos a hacer que nuestra educación sea autónoma, de tal manera que nuestras escuelas tengan mayor libertad para, en el marco de una educación nacional, definir cómo deben ser los planes y programas, los contenidos y las prácticas pedagógicas dentro y fuera del aula que permitan a nuestra educación responder a los rezagos, a las necesidades tan diversas de niños y jóvenes de decenas de culturas distintas, del campo y de la ciudad,… Una autonomía que permita dejar atrás la cultura de la uniformidad, de un solo libro de texto gratuito, una misma evaluación para estudiantes y docentes de todo el país” (subrayado propio).
Los elementos que señala la CNTE son propios de la propuesta de otorgar autonomía de decisión a las escuelas. Este es el concepto principal del enfoque de Gestión Centrada en la Escuela (GCE) considerada en diversos foros internacionales. En el documento del Banco Mundial “Que es la gestión centrada en la Escuela” se señala:
“El argumento a favor de la Gestión Centrada en la Escuela es que descentralizar la autoridad para la toma de decisiones hacia los padres y las comunidades fomenta la demanda y asegura que las escuelas proporcionan los beneficios sociales y económicos que reflejan mejor las prioridades y los valores de las comunidades locales” (Lewis, 2006; Leithwood and Menzies, 1998).
El documento del Banco Mundial abunda sobre los beneficios de ésta política:
En términos generales, la propuesta de la CNTE está en sintonía con el enfoque de transformación de los sistemas educativos en el mundo donde se buscar dotar de autonomía a las escuelas dentro de un sistema de educación pública. Un aspecto adicional es que las zonas con capacidades institucionales poco desarrolladas, y en situación de pobreza, requieren apoyos adicionales, orientación y acompañamiento para aprovechar los beneficios de una descentralización.
Considerando la similitud de enfoques, las diferencias entre la CNTE y la SEP son de otra naturaleza que no se dice abiertamente, excepto por el lenguaje de la CNTE para criticar el proceso que dio lugar a la Reforma de 2013 y la crítica a la globalización económica. Sin embargo, es necesario acostumbrarse a las diversas visiones sobre la evolución del país; no se puede tener la misma visión desde los rascacielos de la Ciudad de México que desde las zonas depauperadas de Oaxaca y otros estados del país.
El Estado mexicano tiene suficientes instrumentos para conducir de manera ordenada la descentralización educativa o bien otorgar significado a la autonomía de gestión escolar. Por ejemplo, sobre los contenidos curriculares, la fracción III del artículo 3o de la reforma Constitucional de 2013 señala “el Ejecutivo Federal determinará los planes y programas de estudio de la educación preescolar, primaria, secundaria y normal para toda la República. Para tales efectos, el Ejecutivo Federal considerará la opinión de los gobiernos de los Estados y del Distrito Federal, así como de los diversos sectores sociales involucrados en la educación, los maestros y los padres de familia en los términos que la ley señale”[1].
La definición de contenidos curriculares es un espacio de participación de la federación y las autoridades locales, estatales y municipales, y las comunidades escolares. Es decir, existe suficiente espacio institucional para considerar propuestas de carácter local como las de la CNTE. Por ejemplo, si en Oaxaca es imprescindible proporcionar enseñanza en Mixe, Zapoteco, u otra lengua de la región, es necesario atender esta demanda porque responde a las circunstancias regionales y locales. Varios países, desarrollados y en desarrollo, tienen diversidad de lenguas que son consideradas en mayor o menor grado en sus modelos educativos. La inclusión de la diversidad requiere recursos, que es un problema en épocas de escasez, pero no se puede escatimar la inversión cuando se trata de la educación de un país.
Otro de los aspectos que señala la CNTE es el del rezago educativo. Este es uno de los puntos críticos que continuamente señala la OCDE en los exámenes estandarizados. El rezago es resultado de las condiciones socioeconómicas de las familias y de la gestión del sistema educativo y las escuelas. La gestión del sistema educativo es un aspecto que todavía no se discute, ¿qué está haciendo bien y que está haciendo mal la SEP? Para responder, es necesario escuchar a las comunidades escolares. Solo así se podrá llegar a algún tipo de solución que sea producto del diálogo entre la SEP y las comunidades escolares. Difícilmente desde la SEP se puede tener un conocimiento completo de la realidad que enfrentan las escuelas en las diferentes regiones del país.
La autonomía de gestión escolar incluida en la Reforma de 2013 requiere dotarse de significado; es decir, se debe adecuar a las realidades locales. Para ello se necesita construir relaciones de confianza entre las autoridades educativas, las autoridades locales (estados, municipios, autoridades comunales) y las comunidades escolares. No es un proceso sencillo pero tampoco es suficiente el tener leyes que se apliquen de manera vertical. Seguramente, en este proceso de construir confianza habrá errores pero no serán mayores a los que actualmente han llevado a una situación de desastre al sistema educativo.
Investigadora de la UAM-Cuajimalpa
[1] DECRETO por el que se reforman los artículos 3o. en sus fracciones III, VII y VIII; y 73, fracción XXV, y se adiciona un párrafo tercero, un inciso d) al párrafo segundo de la fracción II y una fracción IX al artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. DOF: 26/02/2013.