Quedan 3 años de gobierno y se ve que Aurelio Nuño no quiere perder ni un minuto. Desde que asumió el cargo, hace poco más de un mes, no ha parado. El wunderkind torbellino visita escuelas los lunes, se reúne con maestros y padres de familia, negocia con gobernadores y líderes magisteriales, habla con representantes de los medios y asiste a eventos de la ANUIES, el INEE y el SNTE, por citar unos cuantos.
Desde hace unas tres semanas habían llegado ya a sus nuevas oficinas en la SEP los colaboradores más cercanos de Nuño en la Oficina de la Presidencia: Emmanuel Reynaud como coordinador de asesores, y Luis Velázquez como director de Delegaciones Federales. Los más cercanos a dos puestos clave: el día y a día y lo estratégico, por un lado, y el vital y complejísimo manejo de los gobernadores, por otro.
El domingo pasado anuncios de una nueva alineación y varios flamantes desempleados. A hacerse cargo de la Subsecretaría de Educación Básica llega Javier Treviño, quien venía de ocupar durante poco menos de un año la Subsecretaría de Planeación y Evaluación. Otto Granados, hasta hace unos días embajador de México en Chile y antes, entre otros, director de Comunicación de Carlos Salinas, gobernador de Aguascalientes en el periodo 1992-98, asume la Subsecretaría que deja Treviño. Dos viejos conocidos, egresados, ambos, de El Colegio de México –Treviño de licenciatura y Granados de maestría– con largas y exitosas trayectorias en el gobierno y mucha experiencia en las lides de la política práctica colocados en posiciones estratégicas para la conducción de la política educativa en la segunda parte del sexenio.
En breve, dos cuadros con amplia experiencia en la administración pública local y federal –Treviño fue secretario de Gobierno de Nuevo León– con excelentes credenciales académicas, fuerte ética de trabajo y cabeza fría. Tendremos que ver cómo lidian con el super mastodonte SEP, pero, de entrada, un equipo que promete acción y dirección.
Ninguno de los dos es experto en educación. Podría ayudar que lo fueran, pero, para el eficaz desempeño de sus cargos, no es requisito indispensable. Lo que se necesita en esos puestos es experiencia en gestión, visión estratégica, disciplina y la confianza y el apoyo del jefe directo. En principio, todo parece indicar, que Treviño y Granados reúnen esos requisitos.
A Granados, conviene apuntar, le tocó ser gobernador de Aguascalientes durante la reforma de principios de los 90 que descentralizó los servicios educativos. Durante su gobierno, se hicieron reformas cruciales en el sistema educativo del estado –varias de ellas a cargo de Margarita Zorrilla, actual consejera del INEE–, mismas que permitieron avances muy importantes en calidad educativa, entre otras.
Esas reformas de fondo explican, en mucho, el hecho de que los resultados de Aguascalientes en PISA sigan estando entre los más altos del país.
A manejar los dineros, las plazas, la maraña de reglas, y el papeleo en la Oficialía Mayor llega ese mismo domingo Irma Gómez Cavazos, doctora en Economía Aplicada por la Universidad de Texas A&M, desde la Oficialía Mayor de la Semarnat. Gómez es una mujer con considerable experiencia en el gobierno –antes de Semarnat, titular de la Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional y coordinadora general de asesores de Derbez en la Secretaría de Relaciones Exteriores durante el sexenio de Vicente Fox–, en la academia –el ITESM, universidad en la que colaboró también Granados– y en la empresa privada –Cemex, empresa en la que, por cierto, trabajó Treviño durante varios años.
Entre los anuncios y cambios del domingo pasado, destaca también la ratificación de Rodolfo Tuirán en la Subsecretaría de Educación Media Superior. La ratificación de Tuirán –doctor en sociología por la Universidad de Texas en Austin, y, entre otros, subsecretario de Educación Superior el sexenio pasado– constituye un reconocimiento de su trabajo en esa posición y le permite a Nuño contar con un funcionario ya muy experimentado en el tema educativo.
En resumen y en un primer balance: el nuevo secretario de Educación, Aurelio Nuño, se allega de un equipo integrado por varios pesos completos para ayudarle a impulsar, con nuevos bríos, la reforma educativa. No la tienen fácil y habrá que ver qué tanto consiguen, pero, por lo pronto, la intención de empujar para adelante y apretar el paso es clara.
Twitter:@BlancaHerediaR