La reconstrucción social de nuestro país no hubiera sido posible sin la participación de las Escuelas Normales Rurales, pues estas han sido pieza fundamental en el quehacer educativo, económico y político de México.
Durante la mesa de debate “Las Normales Rurales: de la revolución oficial a la clandestinidad” del Coloquio “Estado y estudiantes: Negociación y violencia en México, ayer y hoy”, organizado por el Departamento de Investigaciones Educativas, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN), diversos expertos señalaron que aunque forman parte importante de la reconstrucción del México post revolucionario, estas escuelas han sufrido diversos ataques e intentos de desaparición por parte del gobierno.
“Estos intentos de eliminarlas, responden a que en estos centros de estudio se impulsaban ideas de igualdad social, mayores derechos campesinos y obreros y sus condiciones de trabajo, así como de un incremento a la participación política de estos sectores”.
Al respecto, Aleida García, académica del DIE-Cinvestav, señaló que, históricamente, los normalistas han tenido que soportar diversos golpes en su estructura y formas de organización, las cuales las han sabido sortear.
Explicó que el tener un acercamiento a sectores obreros y campesinos, representa una afrenta para el gobierno, por lo que las distintas agresiones históricas, como la última desaparición de normalistas de Ayotzinapa, son iniciativas del Estado por reducir su participación.
Este acercamiento, señala, se debe a que los estudiantes fueron y son hijos de campesinos y obreros que participaron en la revolución, por lo que sus raíces son de lucha y resistencia.
Por su parte, la investigadora Tanalís Padilla, señaló que la participación política de los normalistas, les ha valido para que el gobierno desprestigie su existencia y no tome en cuenta su desarrollo educativo y académico.
“Desafortunadamente, la identidad política de los normalistas ha sido vista como una clase inferior que no requiere mayor impulso”.
Señaló que aunque, tradicionalmente, se han vinculado con grupos guerrilleros y de corte izquierdista radical, no existen pruebas de que estas escuelas sean un “semillero de criminales”, tal y como se les ha llamado por mucho tiempo.
“Se convierten en guerrilleros porque el Estado no logra cubrir sus necesidades básicas”, concluyó.
Para Alicia Civera, investigadora del DIE-Cinvestav, la base de la lucha normalista es la educación gratuita, la defensa del acceso a la educación y la mejora de la misma, así como la búsqueda de mejores condiciones de obreros y campesinos.
“Estas razones le bastan al gobierno para tratar de desaparecerlas”, puntualizó.
También explicó que, a nivel medios de comunicación, se han fabricado rumores y noticias que han desprestigiado el actuar normalista, los cual forma parte de la embestida gubernamental.
Finalmente, aseguró que es necesaria la preservación de las normales, pues representan uno de los pocos espacios de conciencia social y verdadera lucha por una educación gratuita, laica y de calidad.