Juventino Gamelí
En los años de la década de 1980 a 1990, el retraso en los pagos a los profesores de nuevo ingreso, era TERRORÍFICO. A mí me tocó trabajar unas horas en una escuela Técnica, del nivel de secundarias. Por fortuna trabajaba también en otra secundaria, de las clasificadas desde entonces como “generales”.
Por varios meses sufrí día tras día. ¡No llegaba el sueldo de 15 horas semana – mes. La mitad de lo que ganaba en aquellos años no me lo podía pagar, al paso de los meses, la SEP, que en aquellos años ejercía un férreo control del país.
Aún recuerdo que en una ocasión, en la que me fui desesperado a la gran capital, a tramitar mi pago pendiente, me tuve que brincar sobre los mostradores que ponían como barrera, para NO atender a los maestros que iban de todo el país, a “agilizar”, más bien a despertar a los burócratas que “atendían” aquellas oficinas centrales, que eran un dechado de tortuguismo y de absoluta negligencia.
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