No hay ni igualdad ni equidad en la oferta educativa, en México, aseguraron los integrantes de la Junta de Gobierno del INEE, al presentar los resultados de la Evaluación de las Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje.
Las escuelas en contextos más pobres son las que tienen, en mayor proporción, condiciones más precarias, ofreciendo menores condiciones de bienestar y oportunidades de aprendizaje.
Hay un claro descuido en la atención educativa que se ofrece a las poblaciones indígenas y a la que vive en localidades pequeñas y dispersas, a través de los servicios de educación indígena y comunitaria, respectivamente. Estos son los tipos de escuela que concentran las mayores carencias.
“Las condiciones en que operan las escuelas reflejan ser resultado de una desatención sistemática de varios años, producto de políticas educativas que no han atendido con pertinencia y eficacia las desigualdades sociales y la diversidad sociocultural del país. La responsabilidad no sólo es de las autoridades educativas federales, sino también de las autoridades locales”, afirmaron en conferencia de prensa.
La respuesta a estas problemáticas, afirmó Sylvia Schmelkes, incluye la inversión en infraestructura escolar, pero no se puede reducir a ello. Es preciso plantearse el tema de las condiciones básicas de manera integral y de revisar a fondo las políticas educativas.
Los resultados de la Evaluación de las Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje, realizada en el marco del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), señalan que en México hasta el 17% de los alumnos de nivel básico sufren algún tipo de violencia dentro de las escuelas.
Este estudio realizado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) advierte además que existen serios problemas de discriminación en las escuelas. Sobresale la situación de los niños que son reprendidos o castigados por hablar su lengua materna, cuando es indígena, lo cual reportó el 5 % de los estudiantes, a nivel nacional. En el caso de las escuelas en comunidades indígenas, 16 % de niños han vivido dicha situación.
En conferencia de prensa, la presidenta de la Junta de Gobierno del INEE, Sylvia Schmelkes, señaló que este tipo de situaciones son resultado de una insuficiente política educativa que no se ha podido resolver.
Este estudio se realizó a alumnos de 4°, 5° y 6° grado de primarias generales multigrado, generales no multigrado, indígenas no multigrado, indígenas multigrado, comunitarias y privadas; y permite conocer las condiciones básicas de las escuelas de educación primaria del país: infraestructura, mobiliario y equipo básico, materiales de apoyo educativo, personal escolar, gestión del aprendizaje, organización escolar y convivencia escolar.
En este sentido, señaló que las escuelas más pobres son las que menos recursos reciben por parte del Estado, lo que se traduce en una mayor marginación y en el abandono histórico de los centros escolares.
El análisis también detalla que a nivel nacional, tres de cada diez docentes de cuarto, quinto y sexto de primaria no contaban con el programa de estudios al comenzar las clases. Mientras que dos de cada diez refirieron que, a casi tres meses de iniciado el ciclo escolar, ninguno de sus estudiantes tenía el juego completo de libros de texto.
En cuestión de infraestructura, puntualiza que 17% carece de elementos básicos como servicios sanitarios para uso exclusivo de los estudiantes.
Las mayores carencias se encuentran en las escuelas de contextos pobres del medio rural, en donde el porcentaje llega a ser hasta de poco más de la mitad: 55 %, en el caso de las escuelas comunitarias.
Además, se informó que al menos el 84% de las escuelas a nivel nacional, tienen uno o más riesgos que vulneran la seguridad de los niños, entre ellos reportan cristales estrellados, instalaciones eléctrica, hidráulica e infraestructura –escaleras, barandales, techos, muros y pisos– en mal estado.