Con el propósito de mejorar la eficiencia terminal con un sentido de equidad, reducir los índices de deserción escolar, pero sobre todo implicar a los estudiantes en un desempeño escolar útil y armónico, es necesario reforzar la figura de los profesores tutores, quienes usualmente realizan esta última labor de manera solitaria.
Así lo aseguró el Subdirector de Evaluación de Factores Escolares del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Humberto Rivera Navarro, durante la presentación del libro Implementación del espacio curricular de tutoría en la educación secundaria.
El profesor-tutor debe dar seguimiento académico a los alumnos, así como insertar a los estudiantes en la dinámica de la escuela, orientar de forma académica y para la vida; además de tocar aspectos de convivencia en el aula y en la escuela, acotó Rivera Navarro.
En esta nueva publicación del INEE, se señala que 44 por ciento de los profesores que cumplen con la función de tutor, no se perciben capacitados; además, un porcentaje mayor a 30 por ciento, no tiene una opinión favorable sobre los lineamientos de las tutorías, por lo que se recomienda hacer una revisión a dichos lineamientos, así como flexibilizarlos para que se utilicen como una guía.
En el estudio citado se reconoce que de las tutorías que se aplican en la educación secundaria desde el 2006, sólo 6 de cada 10 tutores ha recibido una capacitación oficial, y una proporción igual ha recibido asesoría interna, “andan solitos”, fue la expresión que ocupó el Subdirector de Evaluación de Factores Escolares del INEE, para referirse a los tutores.
En 30 por ciento de las secundarias ningún tutor ha recibido capacitación, por lo que resulta indispensable reforzar la preparación a esta figura escolar que tiene la encomienda de apoyar al desarrollo social, afectivo, cognitivo y académico de los alumnos.
A pesar que en casi todos los planteles de las secundarias generales, técnicas y privadas cuentan con tutoría, 94 por ciento, salvo en la telesecundaria donde el porcentaje es de 73 por ciento, “en todas las modalidades hay indicios de que las sesiones se cancelan con relativa facilidad, a pesar de que todos los grupos tengan un tutor asignado”, reveló el estudio.
Las tutorías son importantes porque muchos alumnos no encuentran sentido a la escuela o consideran que no es importante permanecer en ella o simplemente no le conceden relevancia, resaltó Rivera Navarro.
Este estudio se centra en las características cuantitativas de las tutorías, pero la consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes, anticipó que en breve será presentado el estudio cualitativo sobre el mismo tema, cuya investigación estuvo a cargo del DIE del Cinvestav.
Durante el evento, la maestra Eréndira Piñón Avilés habló del contexto en el que se puso en marcha la tutoría en la reforma de la educación secundaria en 2006 y destacó la importancia del diálogo informado entre quienes realizan investigación y participan en las reformas y en la definición de las políticas educativas.
En su oportunidad, la investigadora Rosa del Carmen Flores Macías destacó que una de las metas de la tutoría debe ser guiar a los estudiantes en su camino para aprender a crecer y a gestionar su vida, a darle un sentido personal sustentándose en un fundamento interno. El tutor necesita ser un buen gestor de los intereses de los adolescentes, señaló.
Las recomendaciones
Las recomendaciones son renovar y sostener los esfuerzos en las tutorías, evitar el traslape de fechas con las asignaturas, revisar la capacitación en cascada, ofrecer herramientas para facilitar la detección de necesidades e intereses, la planeación, la conducción de las sesiones y el seguimiento a los alumnos.
Revisar los criterios de los lineamientos y valorar su importancia para el logro de los propósitos de las tutorías, así como emitir orientaciones para la coordinación de las funciones de tutor y de asesor de grupo, se señaló en el evento realizado en un hotel al sur de la ciudad de México.