Por Claudia Altamirano
El viejo modelo escolar en el que los alumnos acuden a un centro a recibir información de un maestro ha quedado rebasado y debe ser sustituido por uno más reflexivo y que pondere la participación de los alumnos, asegura la experta en educación Cathy Davidson.
En una charla con la doctora Judith Kalman, ganadora del Premio Internacional de Investigación sobre la Alfabetización de la UNESCO, Davidson contó una de sus estrategias de enseñanza que ha dado mejores resultados, como parte del nuevo plan educativo que ella propone: hacer que los alumnos se califiquen unos a otros y posteriormente, se les entrega el promedio de sus calificaciones. “Ellos aprenden muchísimo cuando revisan las pruebas, a veces fotocopio las tareas sin nombre y hago que dos alumnos califiquen cada tarea. Ellos aprenden a tener estándares muy elevados cuando califican a sus pares, lo hacen más estrictamente. Cuando calificas el trabajo de alguien tienes que revisar, y si leen un ensayo copiado de Internet de inmediato protestan, es eficiente para maestros y alumnos”, argumentó.
Durante la reunión, que tuvo como marco el Seminario Internacional de Educación Integral, realizado esta semana en la Biblioteca de México y organizado por la Fundación SM, con la participación de Educación Futura, las especialistas en educación se pronunciaron por buscar nuevas formas de interactuar con los estudiantes.
Kalman instó a los maestros asistentes al Seminario a reflexionar sobre los tipos de procesos y no sólo su contenido, de manera que el método sea analizado antes de ser aplicado.
“Si el propósito es cubrir estas cosas y ponerles ‘check’, estamos jugando a estar en la escuela, no es educación de verdad, no hay mucha interacción respecto a lo que hacen los alumnos”,
Cathy Davidson explicó el concepto de metacognición que expone en su obra: ayudar a los alumnos a reflexionar sobre lo que piensan, y porqué lo piensan.
Kalman, doctora en Educación por la Universidad de California en Berkeley, señaló que la tendencia actual en pedagogía se enfoca a la noción de “actividades” escolares, más que de “tareas”, por lo que concluyó:
“Los alumnos están copiando de la computadora, pero los maestros lo aceptan. Sin ser castigador, se puede enseñar qué hacer con toda la información que recopilaron”.