La escuela urbana es para los niños indígenas un sitito que los rechaza o una entrada a la vida de la ciudad que les exige borrar su identidad y asimilarse a la cultura dominante, destacó la consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, al presentar la ponencia La Educación Intercultural en Contextos Multiculturales.
En el simposio Jóvenes Indígenas Urbanos: Educación e Identidad, informó que 44 por ciento de los niños indígenas viven en localidades urbanas o semiurbanas y que la población infantil hablante de lengua indígena forma parte de los grupos más vulnerables en materia de acceso, permanencia y aprendizaje en la escuela. La probabilidad que tiene un niño indígena de no asistir a una escuela ubicada en alguna ciudad, es mucho mayor que la de uno no indígena, precisó.
Luego de resaltar que en la ciudad esta población se enfrenta a la discriminación de una sociedad ancestralmente racista, comentó que algunos responsables de centros educativos tienen actitudes negativas hacia los alumnos indígenas y que en muchas ocasiones los consideran como alumnos con necesidades educativas especiales, al no querer o no poder comunicarse.
Ante esta situación, Schmelkes del Valle señaló que los maestros de educación básica fueron educados en un paradigma de la homogeneidad y que cualquier diversidad importante en el aula tiende a ser vista como un problema y no están preparados para enfrentarla.
Manifestó que los niños indígenas no están a gusto en la escuela porque sus compañeros no indígenas muestran actitudes y conductas abiertas de desprecio y discriminación, los maestros no regulan la convivencia y la diversidad no es fuente de aprendizaje. Por ello, muchos desertan y otros terminan asimilándose, negando su origen y olvidando su lengua.
Dijo que los indígenas son el sector poblacional menos beneficiado por el Sistema Educativo Nacional, por lo que consideró necesario atenderlos prioritariamente con una educación de calidad, con relevancia y pertinencia cultural y lingüística, lo que es base para una sociedad más justa.
La consejera del INEE dio a conocer que en Nuevo León existen alrededor de 59 mil hablantes de lengua indígena y que en ciclo escolar 2013-2014 había en educación básica 8 mil 825 alumnos con esta característica, de los cuales 195 eran monolingües. En Educación Media Superior, en cambio, sólo había 60 alumnos, lo que habla de una fuerte deserción que impide que los alumnos terminen su educación obligatoria y que se cumpla con ellos el derecho a la educación, abundó.
Finalmente, informó que Nuevo León ha puesto especial interés en aplicar las Directrices para la Atención Educativa de Niñas, Niños y Adolescentes Indígenas, emitidas por el INEE, las cuales establecen la necesidad de atender a los alumnos que asisten a escuelas indígenas, incluyendo a los que viven en las ciudades.