Frente a 43 pupitres vacíos, profesores universitarios recordaron que en México siguen faltando 43 nombres que el país no puede resignarse a olvidar.
Ayer, la esencia de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace más de dos meses se apropió otra vez del Zócalo de la ciudad de México. No se trató de una marcha o un mitin; en esta ocasión fue un acto para lo que esos 43 jóvenes se formaban: dar clase; según publicó el diario La Jornada.
Una clase que se inició con un pase de lista para traer a la memoria la presencia de los normalistas y en la que también se escucharon las consignas más sonadas en los pasados 60 días: Fue el Estado
y Vivos los llevaron, vivos los queremos
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A convocatoria de académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), docentes de diversas casas de estudios superiores realizaron una Clase abierta por los 43+2, donde demandaron la presentación con vida de los normalistas y criticaron el violento desalojo
del Zócalo el 20 de noviembre, las detenciones arbitrarias de ese día y la del poeta Sandino Bucio (el viernes), así como la de los jóvenes universitarios Bryan Reyes y Jaqueline Santana (presos desde el 15 de noviembre acusados de presunto intento de robar 500 pesos a policías federales).
Decálogo evasivo
Los docentes dieron a conocer un pronunciamiento –firmado por Alfredo López Austin, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM; John Saxe-Fernández y Elvira Concheiro (UNAM); Beatriz Stolowicz, de la UAM Xochimilco, entre decenas más–, en que señalaron que el decálogo para enfrentar la crisis en el país, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto, evade que el movimiento en marcha está señalando al Estado como el responsable de la desaparición de los normalistas y como orquestador de la represión social
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Interrogados sobre el intento de Peña Nieto de hacer suya la consigna #TodosSomosAyotzinapa, Diana Margarita Favela y Julio Muñoz Rubio, integrantes del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, coincidieron en señalar que es un intento del mandatario por evadir su responsabilidad
en estos hechos.
Es una artimaña para tratar de ponerse del lado de los ciudadanos, pero lo único que logró es poner en evidencia su intento de engañarnos
, dijo la académica. Mientras Muñoz Rubio aseveró que Peña tenía la intención de apropiarse del discurso del movimiento ciudadano independiente en su afán de buscar una legitimidad que no alcanzará
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Cuarentra y tres pupitres instalados en la Plaza de la Constitución sobre los cuales se colocaron imágenes con los rotros de los normalistas desaparecidos y en cada una de ellas la pregunta que la autoridad no ha podido resolver: ¿Dónde está?
No nos resignaremos que hoy en nuestros salones de clases falten 43 estudiantes
, asentaron los académicos universitarios.
En el pronunciamiento enfatizaron que el violento desalojo del Zócalo (del 20 de noviembre al finalizar la Cuarta Jornada Global por Ayotzinapa) y las detenciones arbitrarias están al servicio de desalentar la protesta social y de cercenar la libertad se expresión y manifestación
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Ante decenas de personas que se congregaron al darse cuenta de la clase abierta, los universitarios recordaron que las manifestaciones ciudadanas por este caso son una expresióncontundente y digna del hartazgo que existe ante un Estado intolerante, corrupto e impune
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Decidieron salir de sus cubículos y sus aulas y tomar de nuevo el Zócalocomo un acto de desagravio, ya que de esta plaza fuimos violentamente desalojados el 20 de noviembre, aquí mismo o en las inmediaciones fueron arrestados nuestros estudiantes y como protesta para exigir nuestro libre e inalienable derecho a la manifestación