A un año de su muerte, Luis Villoro es homenajeado en el Colegio Nacional con un ciclo de cuatro mesas redondas, la inauguración se realizó el martes 24 de febrero, con la presencia de Juan Villoro, José Narro y Emilio Chuayffet.
Juan Villoro, hijo del filósofo catalán y Presidente, en turno, de El Colegio Nacional explicó que las jornadas, a realizarse en febrero y marzo, serán una fiesta de la conversación que necesita el país: “creo que estamos urgidos de diálogos en México y aquí pondremos en práctica esta vieja tarea socrática que tanto le interesó a mi padre”.
Juan Villoro recordó que el primer libro de filosofía que le regaló su padre fueron los diálogos de Platón, entonces le dijo:
“hubo un momento remoto en la historia de la humanidad que los griegos inventaron un extraño arte, el arte de la conversación. Los griegos decidieron que era posible que el otro tuviera razón, que se pudieran matizar las ideas, reconsiderar las cosas a través del diálogo. No olvido esa enseñanza y pensamiento sostenido por Luis Villoro”.
El escritor comentó, en tono de broma: “al fin podemos homenajearlo sin que él se queje, porque realmente fue una persona que detestaba los homenajes y nunca quiso que se pusiera el acento en su trayectoria personal, deseó siempre que la voz estuviera hacia la discusión más que a la celebración”.
Durante su participación, José Narro Robles, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionó la trayectoria que siguió Luis Villoro como estudiante y maestro.
Destacó que siempre estuvo rodeado de los mejores profesores como Samuel Ramos, José Gaos, Edmundo O’Gorman, Leopoldo Zea y Eduardo Nicol, así como de la relación que sostuvo con Ignacio Chávez, Mario de la Cueva, Fernando Solana, Adolfo Sánchez Vázquez y Fernando Salmerón, entre otros pensadores.
Y aseguró:
“los universitarios nos sentimos profundamente orgullosos de nuestra casa de estudios pero entendemos que ese orgullo se lo debemos a otros. Es una herencia de hombres, maestros, investigadores y personajes de la calidad de Luis Villoro”.
Por su parte, Emilio Chuayffet, Secretario de Educación reconoció a Luis Villoro como el incansable defensor de una democracia participativa, el pensador comprometido con las causas indígenas, y el maestro congruente decidido a esclarecer las circunstancias del México contemporáneo.
El titular de Educación dijo que el conocimiento, como recuerda Villoro, “no es un fin en sí mismo; responde a la necesidad de hacer eficaz nuestra acción en el mundo y darle un sentido”. La enseñanza de calidad con equidad es la única manera de hacer honor a esta sentencia, agregó.
Expresó que la educación es la herramienta privilegiada para que esta imagen no sea sólo utopía, “pues con ella formamos individuos plenos y contribuimos al bienestar colectivo”.
Por esta razón, señaló, el nuevo modelo educativo que diseña la Secretaría de Educación Pública, reforzará el ejercicio de la filosofía en las aulas de educación media superior en México.