Miguel Ángel Gallegos Cárdenas
El año 2020 ha marcado un antes y un después para la humanidad. La pandemia ha dejado secuelas en muchos planos de la sociedad, tanto en la salud, la economía, las formas de trabajar, de convivir y, sobre todo en los Sistemas Educativos en todo el mundo.
Entre marzo y abril del año dos mil veinte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organismo implicado en la trascendencia del bienestar y seguridad mundial, al identificar las dimensiones, impactos y creciente pandemia, generó y emitió el informe: Responsabilidad compartida, solidaridad mundial. En dicho documento, se señala que el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible –el cual incluye al Fondo Monetario Internacional (FMI), a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), entre muchas otras– se reunió para generar una propuesta de acción global ante los estragos que comenzaron a cimbrar a la especie humana. Ese primer manuscrito, sirvió de antecedente para que en abril, se conformará un nuevo documento oficial, denominado: Marco de la ONU para la respuesta socioeconómica inmediata ante el COVID-19.
Estos dos documentos del máximo organismo mundial, apuntalaron las medidas y directrices que los gobiernos del mundo habrían de implementar, para contrarrestar el desequilibrio socioeconómico y al mismo tiempo cuidar la salud de la población humana. Las reglas para retomar la actividad educativa durante la emergencia estaban dictadas.
El cierre de las escuelas y el distanciamiento presencial, obligó a todos los sistemas educativos a movilizar sus formas de operación y funcionamiento tradicional. Fue imposibilitado el trabajo presencial al que estaban acostumbrados y sobre todo, a las formas de interacción física llevadas a cabo al interior de los recintos escolares: Educar a distancia de ahora en adelante es el primer reto a considerar. Antes de la pandemia, las mismas secuencias de actividades, relaciones interactivas, organización social, espacio y tiempo dedicado, contenidos, materiales utilizados, criterios y formas de evaluación, daban como resultado ciertas prácticas educativas tradicionales (Zabala, A., 2000). Sin embargo, el insólito escenario, trajo la necesidad de considerar alternativas diferentes para llevar a cabo nuevas formas de educación, acordes al contexto de distanciamiento: Generar y acostumbrarnos a nuevas prácticas educativas es el segundo reto.
Aunque es cierto que la era informacional venía gestándose desde los años cincuentas, la emergencia sanitaria, incrementó exponencialmente el uso de dispositivos, recursos, herramientas, plataformas y tecnologías digitales. ¡La verdadera revolución educativa digital llegó y llegó para quedarse! Incorporar la tecnología obligatoriamente y permanentemente al quehacer educativo es el tercer reto. Estos emergentes desafíos se viven en todos los sistemas de educación desde el año pasado.
La Universidad, esa institución milenaria, que guarda un patrimonio histórico, legítimo y relevante para la sociedad; con una gran experiencia, con oferta pública e incluso privada, con modalidades escolarizadas, no escolarizadas y mixtas, con modelos educativos tradicionales o modernos, con diversas instalaciones físicas y, en algunos casos con modernas infraestructuras virtuales, aun con todo ello también enfrenta dichos desafíos.
Cambios y más cambios se viven en el acontecer cotidiano y justo ahora, en medio de la pandemia, se está gestando y conformando una sociedad con una nueva cultura digital. Nuevas formas de convivir, de comunicar, de trabajar, de enseñar, de aprender, de ser y de participar se viven con toda intensidad.
Se vive un mundo que cambia exponencialmente, en una sociedad cada vez más interconectada y digitalizada, en que la participación económica y laboral tienen cada día nuevas caras y que, a cada instante surgen nuevas necesidades, que requieren la formación de nuevas profesiones, de nuevos aprendizajes, de nuevas formas de enseñar, transmitir y direccionar el conocimiento para desenvolverse en los diversos planos que la actualidad y el futuro demanden. Es necesario adaptar todo eso que se ha propuesto brindar la universidad, desde hace un milenio y más ahora.
En relación a ello, es necesario comprender el papel que jugarán las tecnologías digitales en el hacer universitario. Es una tarea obligada, dadas las circunstancias que se han vivido durante la pandemia. Para comenzar a vislumbrar nuevos retos vale la pena cuestionar, ¿Cómo funcionará la universidad del futuro?, ¿Qué características tendrá?, ¿Cuál será la oferta de carreras, conocimientos y currículums que tendrá que ofrecer a las generaciones del mañana? y, ¿Cuáles serán los modelos universitarios más idóneos?, todo ello en el marco de la conformación de una nueva Sociedad.
¿A dónde va la universidad con todos estos cambios que se han hecho presentes y que permanecerán en la era Postpandemia? Es momento de repensar el futuro de la universidad.
Ante estos cambios paradigmáticos ha surgido en Madrid, España, un importante proyecto internacional: La Red de Cooperación Internacional para la Transferencia del Conocimiento y el Aprendizaje Digital ante la crisis PostCovid (ReCoIn-TaD). Convocada y organizada por los doctores Sonia Santoveña Casal y Javier Gil-Quintana de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Está Red, surge en un momento oportuno, como punto de encuentro para el análisis, la reflexión y repensar el futuro universitario. Es un espacio virtual que abre la oportunidad a actores internacionales, para interactuar y comprender desde diferentes perspectivas y miradas los retos de la educación superior.
Afortunadamente, en compañía del Doctor Mauricio Andión Gamboa, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, participaremos para ahondar más en la línea: Retos para la Universidad del Futuro. La intención es abordar directrices como: Tecnologías en los procesos educativos, Cualificaciones para la sociedad 2030, Modelos universitarios para la era Postcovid, Reestructuración de los planes de estudio universitarios, Infraestructura y Plataformas Digitales Universitarias.
Para conocer más de las Jornadas para la Transferencia del Conocimiento y Aprendizaje Digital ante la Crisis PostCovid, a celebrarse el 22 y 23 de marzo de 2021, se puede visitar el sitio: https://recointad.com/jornadas-recoin-tad-2021/