De manera general, los resultados del Concurso de Oposición 2014 fueron desastrosos. De los resultados de la convocatoria para normalistas y de la convocatoria pública y abierta, el 61% resultó no idóneo. Los resultados se pueden revisar con más detalle en la página de la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente.
Estos resultados involucran a dos responsables: a los aspirantes, y a sus instituciones educativas. Los resultados se hicieron públicos y generaron una gran preocupación mediática. El sentido de las notas que aparecieron voltearon los reflectores hacia los no-idóneos.
El tratamiento de los resultados, y el manejo de las notas señalan que los “culpables” de los malos resultados son únicamente los sustentantes. Como si fueran extranjeros, con preparación académica, en la que la SEP nunca ha tenido injerencia.
Para darle una segunda lectura a las gráficas se sugieren dos ideas más. Primero. Para la convocatoria de egresados de escuelas normales, la SEP está evaluándose a sí misma. Es decir, le está poniendo un termómetro a su sistema público de formación de profesores… y ve su temperatura.
Segundo. Con la convocatoria pública y abierta, la SEP está aproximándose a la calidad educativa de las Universidades (públicas, con diferentes tipos de sostenimiento); y también se le está regresando la factura del flexible otorgamiento del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios, de universidades y normales particulares. Una vez dicho esto, regresemos a ver los resultados.
Profesores en blanco y negro
En la obra Los docentes en México. Informe 2015, el INEE subraya dos retos que tienen las Escuelas Normales: la reducción de matrícula, y el bajo aprovechamiento. Para exponer el primer reto, se analiza que en muchas Normales la oferta fue mayor que su demanda. Y era de esperarse, ya que una de las principales ventajas de la profesión docente era que significaba un “trabajo seguro”.
El segundo reto tiene que ver con el aprovechamiento. De acuerdo a los resultados de los Exámenes Intermedios (EXI) encontraron que “una gran proporción de los estudiantes (normalistas) tiene un nivel de logro educativo insuficiente” y en los Exámenes Generales de Conocimiento (EGC), muestran que la tercera parte o más de los alumnos que estaba por egresar de la normal tenían un logro educativo insuficiente” (INEE, 2015: 104-105)
A todo esto surgieron notas en diferentes medios que “escandalizaron” los resultados, y otras voces se alzaron para defender a las normales. Unos le echaron más leña al fuego, y otros más se indignaron. Sin embargo, los números tristes y fríos están ahí. Como cuando salimos bajos en promedio de lectura, o en pruebas internacionales, o como cuando pierde la selección. Sólo hay una lista blanca de profesores contratados, y una lista negra de los no idóneos.
Profesores a colores
El Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL), creó el Examen General para el Egreso de la Licenciatura (EGEL) en 1994. Dicho examen es una prueba de carácter nacional, especializada por carrera profesional, cuyo objetivo es identificar en qué medida los egresados de licenciatura cuentan con los conocimientos y las habilidades esenciales para el inicio de su ejercicio profesional.
En la actualidad, hay 40 programas de licenciaturas e ingenierías para los que el CENEVAL tiene una prueba EGEL. Sin embargo, también se generó una prueba para formación de docentes, denominado: Examen General de Conocimientos (EGC) y Examen Intermedio de Conocimientos (EXI).
Los resultados que generan dichas pruebas sirven a las instituciones y a los egresados, para identificar sus áreas de oportunidad. A partir de esos resultados se presume visualizar el grado de idoneidad de cada sustentante en relación con una media nacional.
Hace unos días, CENEVAL publicó su artículo: “EGEL: Realidad a colores, lecturas en blanco y negro” (Campus, 16/04/2015), donde menciona que si “se toman los puntajes alcanzados por un sustentante en cada una de las áreas que conforman la prueba y se obtiene el promedio (o cualquier otro cálculo estadístico) el dato obtenido no es válido ni correcto para reflejar su desempeño global; incluso induciría a interpretaciones equívocas”.
En la nota, CENEVAL aclara que el resultado global hace referencia a una cantidad de resultados satisfactorios o sobresalientes requeridos en las distintas áreas del examen, “en consecuencia no aprueba ni reprueba”. Tanto a las instituciones, como a los sustentantes, CENEVAL aduce que la naturaleza de esas pruebas “exige una lectura más fina para en verdad ser útil”.
Para el caso de la evaluación de los profesores (de ingreso y permanencia) es necesaria una mirada más amplia que recupere mayor información para analizar la realidad de la docencia. Es importante ver la función docente a colores, para tener una mirada más cercana.
Por último
Sin ahondar mucho, la Ley General del Servicio Profesional Docente ha enfatizado su carácter punitivo, para todos, incluso para la propia SEP y su sistema de formación docente.
Como ya vimos, el INEE está tomándole fotos a la realidad educativa, y expone los resultados en sus ilustrativos informes de investigación, y subraya su lista negra de los no contratables.
Los Exámenes Generales de Conocimientos, reflejan ciertos dominios de los profesores. Nos muestran qué tan competentes son para resolver planteamientos de opción múltiple, pero eso no necesariamente refleja un buen desempeño en el aula. Se necesitan ver todos los colores.
Antes que “profesionalizar” la función docente, la SEP ha previsto con urgencia la estrategia de atender la existencia de los no-idóneos o insuficientes. Ya viene el otro concurso de oposición, y también se acerca la evaluación de los docentes en servicio. Esperemos que no hayan muchas sorpresas en lo sucesivo.